La escena es del todo surrealista. Todo pasa en las afueras de un supermercado en Castelló d'Empúries (Girona). Un vecino antimascarillas se niega a llevar un cubrecaras para entrar al establecimiento a comprar. Un trabajador avisa a la Policía Local de lo acontecido y dos agentes se personan en el local.

Posteriormente, unos metros más allá de la entrada, empieza una discusión interminable (y tragicómica) entre policías y ciudadano, a quien se le niega la entrada al recinto. A continuación, ambas partes comienzan una charla (que se va enredando poco a poco a medida que va subiendo de tono) y un ciudadano anónimo (que parece que le acompaña) saca el móvil. La conversación se está grabando.

UNA CONVERSACIÓN QUE SUBE DE TONO

Y aquí empieza el baile. Viendo la situación, uno de los policías del municipio metropolitano alerta al joven negacionista que va a levantar acta porque, desde su punto de vista y el de su compañera de patrulla, está cometiendo un posible delito. Y le pide la identificación (el DNI) al caballero. Pero él se niega a dársela.

A partir de aquí, el vídeo continúa con el muchacho justificando el porqué de su decisión de entrar sin protección, ampárandose en la legalidad vigente. Cuando cabe recordar que, en el contexto actual de la pandemia, está prohibido no llevar mascarilla en el espacio público en toda España (a no ser que sea para hacer deporte). "¿He robado? ¿He cometido una agresión? No, ¿verdad?", llega a comentar el individuo ante el hartazgo de ambos agentes del orden público.

HÉROE SIN CAPA

"¿Oiga pero usted ha venido a comprar o qué? ¡Madre de Diós! ¡Esto es venir a perder el tiempo!", acaba soltando uno de los policías. Nunca tres frases describieron tan bien una acción que se acaba de producir delante de tus narices. Ya lo dice el refrán: no todos los héroes llevan capa.

Finalmente, la Policía Local de Castelló d’Empúries ha levantado dos actas al hombre, vecino de Castelldefels (Barcelona) de 41 años y veraneante en la localidad gerundense, por negarse a ponerse la mascarilla para entrar en un supermercado y a identificarse. Fuentes de la policía local aseguran que el veraneante aceptó después identificarse y los agentes levantaron dos actas de denuncia: no llevar mascarilla supone una sanción de 100 euros y negarse a identificarse entre 300 y 600 euros. 

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