Fin a los turistas sobre segways y demás vehículos eléctricos de alquiler por Ciutat Vella. La regidora del distrito, Gala Pin, ha anunciado este miércoles que endurecerá la norma actual con el fin de descongestionar las calles de vehículos de movilidad personal. Sin embargo, cabe destacar que la restricción solo afecta a los vehículos comerciales; aquellos que sean propiedad y de uso de particulares quedan fuera del decreto y podrán continuar circulando por el distrito (ciñéndose a la la nueva ordenanza de circulación).
Tal como ha señalado Pin, es en Ciutat Vella “donde hay un uso de los vehículos personales más intensivo”, lo que ha llevado a “una sobre-ocupación del espacio público”. “El problema no son los vehículos, sino el uso que se hace de aquellos vehículos”, ha querido destacar la regidora. Ante esta circunstancia, el Gobierno municipal corta por lo sano y “restringe” su uso comercial por el interior del distrito. “Tenemos un espacio público muy saturado”, ha considerado la regidora.
LAS DOS RUTAS POR DONDE 'SÍ' SE PUEDE CIRCULAR
La restricción no se aplicará a todo el distrito. El Ayuntamiento permitirá a las empresas circular por dos rutas bien delimitadas. La primera es la que va del Portal de la Pau por el passeig de Colom, el passeig d'Isabel II, Marquès de l'Argentera y el passeig de la Circumval·lació. Mientras tanto, la segunda ruta de libre circulación es la que comprende el passeig de Picasso, de Lluís Companys, el passeig Pujades y la Meridiana.
Los vehículos afectados serán aquellos que están clasificados como Tipo A, B, C1. Es decir, patinetes eléctricos pequeños y grandes, ruedas eléctricas, plataformas eléctricas, segways y ciclos de más de dos ruedas de alquiler o ocio. De hecho, estos deberán estar identificados y registrados por sus correspondientes empresas, mientras que los que sean de uso personal, así como las bicicletas, deberán cumplir la ordenanza aprobada hace escasas semanas.
EL DECRETO SE APLICARÁ A FINALES DE AGOSTO
Para hacer cumplir la norma, Pin ya ha anunciado que habrá ocho agentes cívicos en la zona de la Barceloneta y una patrulla de la Guàrdia Urbana destinada en exclusiva a esta cuestión. De hecho, cualquier agente del cuerpo desplegado en este territorio podrá hacer cumplir el decreto que se aplicará a finales de agosto y tendrá una vigencia de seis meses. El motivo es poder “evaluar el impacto que ha tenido el decreto”, ha expresado Pin.
Para que todo el mundo reste informado, el distrito empezará a notificar a los negocios de vehículos de movilidad personal en las próximas semanas. En el caso que los usuarios no cumplan con el decreto, se les sancionará, mientras que en los casos especialmente graves los agentes incluso les podrán requisar los aparatos. Serán las propias empresas las que tendrán que ir a buscar sus vehículos a las dependencias municipales.
PERCEPCIÓN VECINAL EN LAS ZONAS DE LIBRE CIRCULACIÓN
En una mañana de verano, en el Parc de la Ciutadella, una de las pocas áreas donde no quedará restringido el uso de vehículos de movilidad personal, se pueden contabilizar unos cinco grupos de 10 turistas a lomo de bicicletas comerciales, a los que hay que añadir a la minoría que opta por el segway. Aunque no vayan a gran velocidad, los vecinos señalan que resultan especialmente molestos porque “se paran delante de donde toque y parece que el resto tengamos que adaptarnos a sus rutas”, comenta Laura, que saca a pasear su perro cada mañana por la zona.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en el último tramo del Passeig de Lluís Companys, donde los turistas, subidos aún a sus vehículos, se aglutinan para hacerse el 'selfie' de cortesía. La misma situación se repite a diario frente a la cascada del Parc de la Ciutadella, donde la imagen de varios grupos de bicicletas de alquiler apelotonadas se ha vuelto usual. “No es que sean un peligro y es verdad que no se les puede demonizar”, matiza Laura, “pero es que ha llegado un punto en que parece que nos vamos a quedar sin espacio para pasear por nuestros parques”.
“Me parece genial que ellos decidan no ir a pie, pero que respeten a los que queremos hacerlo”, añade Luís, runner habitual de este mismo parque. “Esto es algo de lo que se habla bastante entre los que vivimos por aquí, como se habló en su día de si los turistas deberían vestirse para caminar por la vía pública y creo que al final todo el mundo quedó satisfecho”, considera. Aunque en el caso de los vehículos de movilidad personal cree que “hay más acuerdo entre todas las partes porque es una situación realmente incómoda para los que vivimos aquí”.
PROBLEMAS PARA MULTAR LAS BICIS DE ALQUILER APARCADAS
Respecto a la polémica suscitada por las empresas de alquiler de bicicletas que utilizan los anclajes públicos, Gala Pin ha asegurado que los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento ya estudian cuál vía sancionadora se les puede aplicar a sus propietarios comerciales. Tal como ha admitido, multar a estas empresas por explotación del mobiliario público con ánimo de lucro se está complicando por un “escollo jurídico” que no ha sabido especificar.
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