La Guàrdia Urbana ha desalojado un edificio ocupado en el barrio del Raval, concretamente en el número 1 de la calle Sant Ramón, que había sido ocupado horas antes por algunos grupos de personas, incluidas familias con niños menores.
El edificio, que tiene 11 viviendas, es propiedad del Ayuntamiento, que lo ha rehabilitado para destinarlo a vivienda social. Sin embargo, los vecinos denuncian que el edificio lleva rehabilitado varios meses y que en todo ese tiempo no se ha destindo al uso que está previsto, viviendas de alquiler social para familias necesitadas, por lo que a muchos de los vecinos del barrio no les extrañó que algunas personas decidieran ocuparlo.
La ocupación apenas ha durado una noche y la policía municipal ha procedido a desalojarlo y apenas ha encontrado oposición. Algunas familias han sacado de manera voluntaria sus enseres de los pisos que habían ocupado, pero en otros casos los policías han tenido que usar la fuerza para acceder al interior de las viviendas.. En otros casos la actuación policial ha generado algunos momentos de tensión, aunque finalmente los incidentes no han ido a mayores y el desalojo ha concluido sin mayores incidencias, pese a que algunos vecinos de la calle han protestado por la actuación policial.
Las familias desalojadas aseguran que no tienen nada que ver con el fenómeno de los narcopisos, que ha saltado a la luz pública con fuerza en las últimas semanas, y que son familias que aseguran que en estos momentos no tienen una vivienda en buenas condiciones y que lo único que quieren es un techo digno donde poder vivir.