Los comerciantes del barrio del Raval se enfrentan a diario a una serie de realidades específicas que afectan a sus negocios de manera muy directa. Las diversas problemáticas que conviven con la vida diaria en el barrio tiene su reflejo en todas las actividades que en él se llevan a cabo. Quizá por ello, los comerciantes creen que el barrio se ha visto afectado por la falta de interés real de las administraciones en solucionar algunos de estas realidades.

El presidente de la Federació de Comerciants Eix Comercial del Raval, Josep Maria Nebot, reconoce que esta es una de las principales preocupaciones del tejido comercial del barrio.Y él, que representa a la asociación de comerciantes más importante del Raval, lo sabe bien. Hasta la asociación que preside desde hace seis años llegan las inquietudes, las quejas y las exigencias de los comerciantes, que intentan defender la permanencia de su modo de vida ante las dificultades que día a día se plantean en el barrio.

¿Qué necesidades tiene el comercio del barrio?

Lo primero es abrir puertas, crear comercio de calidad y generar ilusiones. Actualmente hay un nivel de comercio monotemático por calles: alimentación en Nou de la Rambla, electrónica en Sant Pau, restauración en la Rambla del Raval, etc. Debemos diversificar la oferta para crear un flujo de visitantes que beneficie a todo el mundo.

¿Por qué hay que hacer ese cambio?

Ahora las tiendas no funcionan como deberían de funcionar. Hay otras zonas de la ciudad, como el Portal de l'Àngel o Portaferrisa, en que sí funcionan bien, pero aquí ya hemos visto que no.

BARRIO SENSIBLE

¿Qué le pide al Ayuntamiento para mejorar el sector del comercio en el Raval?

Los problemas que tenemos vienen de atrás. Pero les pedimos que se den cuenta de que este es un barrio muy sensible, en el que el comercio debería ser tratado de manera independiente. No pedimos un trato especial o diferente, solo que se tenga en cuenta que este es un barrio muy sensible, en el que hay mucho comercio de inmigrantes y es necesaria una adaptación a las maneras de vivir y de comerciar que hay en el barrio.

Josep Maria Nebot, en la sede del Eix Comercial del Raval / CR



¿Cuáles son las principales motivos de queja de sus asociados?

Lo que ven es que hay un poco de dejadez, se nota un cierto abandono. Y eso es evidente si vas por la calle. Hay personas que ocupan el espacio público de maneras poco agradables. Hay gente durmiendo, bebiendo, alcohólicos crónicos, mafias de personas que piden por la calle haciéndose pasar por lo que no son, etc. Lo mismo pasa con la prostitución. También tenemos el tema de los lateros y los manteros, que generan una competencia con el comerciante que paga sus impuestos y cada vez tiene más dificultades para llegar a fin de mes.

¿Cómo vive el comercio del Raval toda la problemática de los narcopisos?

Eso afecta, sobre todo, por lo que supone de estigmatización del barrio y es un tema que no nos beneficia. Tampoco la administración debe estar muy contenta, pero es triste que los partidos no se pongan de acuerdo en asunto como este. Hay gente que lleva muchos años luchando para acabar con esto y es lamentable lo que está pasando”.

"Lo primero es abrir puertas, crear comercio de calidad y generar ilusiones"

¿Qué razones hay para que el comercio tradicional autóctono esté desapareciendo?

En esto hay dos vertientes. La del comerciante de toda la vida del barrio que se jubila y no tiene nadie que continúe el negocio, y la del comercio que acaba cerrando tras la jubilación del propietario ya que se ha quedado obsoleto, como pasa con las casas de revelado de fotografías, las imprentas, etc.

¿Qué influencia tiene en el comercio del barrio la proliferación de negocios regidos por inmigrantes?

Ellos hacen su trabajo. Además, muchos ya son la segunda generación, que han nacido aquí y su mentalidad es muy diferente a la de sus padres. La convivencia es buena, no tenemos problemas raciales. Hay más problemas con el tema de los manteros, pero no por ellos, que tiene que ganarse la vida, sino porque se está creando una competencia desleal, y muchas tiendas tienen que cerrar ya que no pueden competir ni en precio ni en flujo de mercancías. Los comerciantes no pueden luchar contra eso.

Algunos estudios apuntan a que esto hace que se sustituya por comercios regidos por inmigrantes ¿Cómo influye eso en el tejido asociativo del barrio?

El nivel asociativo va creciendo, aunque hay muchos que tiene una concepción del comercio muy individualista. Son muchos los que empiezan trabajando para otro, pero en cuanto pueden montan su propio negocio. Es un poco como la nuestra mentalidad del pequeño comerciante. Pero les cuesta un poco el tema de asociacionismo y solo cuando ven que la unión hace la fuerza, muestran interés. Con el tiempo se han ido interesando. Hemos tenido dinamizadores especializados en comerciantes inmigrantes para explicarles lo que hacemos, pero no es tan sencillo.

"La actual administración hace algunas cosas por falta de conocimiento, aunque creo que poco a poco van abriendo los ojos"

¿Qué ventajas tiene ser socio del Eix Comercial del Raval?

Ofrecemos asesoramiento, hacemos de interlocutores ante las administraciones, les ayudamos en asunto de seguridad, etc. Por ejemplo, los asociados tenían un descuento del 10 % en la tasa de basuras, aunque ahora con la actual administración nos están poniendo muchas trabas. Hasta ahora, el descuento era directo, pero ahora quieren que cada comerciante elabore un proyecto de cómo deben ir destinadas las basuras. Y muchos no podemos perder el tiempo en cosas como estas ya que nos cuesta más dinero hacer un proyecto que lo que nos descuentan. Pero supongo que la actual administración hace esto por falta de conocimiento, aunque creo que poco a poco van abriendo los ojos”.

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