El centenario Mesón del Café, amenazado de cierre
El edificio en el que está el negocio, propiedad de la Generalitat, será subastado
29 mayo, 2018 12:58Noticias relacionadas
El Mesón del Café, situado en la calle de la Llibreteria, es un negocio centenario que, como tantos otros, podría acabar cerrando. En este caso, incluso, formando parte del catálogo de establecimientos emblemáticos, que protege comercios con valor patrimonial y arquitectónico. La lista de estos negocios singulares se empezó a elaborar en tiempos del alcalde Xavier Trias y se completó en 2016 con Ada Colau. Pese a ello, algunos locales centenarios han bajado la persiana.
Abierto en 1909, el edificio en el que se encuentra El Mesón del Café es uno los 47 inmuebles que la Generalitat subastará el próximo 5 de julio. Se trata de herencias intestadas, es decir en las que no se ha hecho testamento y no hay heredero. El Mesón del Café es un lugar que se encuentra muy cerca de la plaza de Sant Jaume y es habitual ver en él a políticos. En ocasiones acude a la cafetería Colau.
En estos casos, en Catalunya, la propiedad pasa a manos de la Generalitat, "que está obligada por ley a subastar los bienes y convertir el patrimonio inmobiliario en dinero líquido", afirman fuentes del Departamento de Economía. En el peor de los casos, el Govern obtendrá en esta subasta pública 4,9 millones de euros, que tendrá que destinar a asistencia social o instituciones culturales.
810.000 EUROS
Uno de los lotes que se subasta es el bloque del Gòtic, en el distrito de Ciutat Vella, en el que se encuentra El Mesón del Café. De hecho, es el único edificio entero por el que se podrá pujar. En la finca, además del bar, hay cinco plantas más. Algunas se utilizan para actividades del mesón y otras están alquiladas. El precio de salida de la subasta por la finca son 810.000 euros.
Tanto en los pisos, como en El Mesón del Café, "los contratos de alquiler son indefinidos, per nunca se sabe si tendremos que cerrar", explica desconfiado el titular del negocio, Antonio Peligros, de 87 años, que lleva 65 años al frente del establecimiento. Al mesonero lo contrató Carlos Romagosa Nebot, nieto del primer propietario. Cuando Romagosa Nebot murió sin herederos, la titularidad del inmueble pasó a la Generalitat. Antes, los Romagosa habían cedido la explotación del negocio a Peligros.
La Generalitat asegura que los arrendatarios no corren peligro. Quien compre el edificio, sea un particular o una empresa --el miedo es que lo haga un fondo buitre que quiera remodelar la finca y ponerla la venta o en alquiler a precio de oro-- tendrá que respetar "el pliegue de condiciones y los contratos indefinidos".
ESPECULACIÓN
Coincidiendo con el anuncio de la subasta, un grupo de entidades del Gòtic ha organizado para este jueves una rueda de prensa delante del establecimiento. Estos colectivos afirman que "la Generalitat especula con la vivienda y con el patrimonio de la ciudad". También aseguran que en 2016 la Genetalitat se comprometió a no subastar este tipo de edificios, es decir con inquilinos dentro. Las entidades dicen que si el Mesón se subasta acabará cerrando.
Según la abogada de la Federació de Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB), Laura González de Paoli, la Generalitat puede paralizar la subasta y ceder los inmuebles a entidades para que las viviendas puedan destinarse para alquileres sociales. La letrada afirma que ya se ha hizo así en 2016, cuando unos pisos de herencias intestadas se cedieron al Tercer Sector Social.