Durante los meses de verano, la vigilancia en el distrito de Ciutat Vella se intensifica con el objetivo de mejorar la convivencia entre turistas, residentes y los distintos servicios del barrio. Unos ocho agentes cívicos y seis patrullas del cuerpo de la Guardia Urbana trabajan conjuntamente en la zona de la Barceloneta para asegurarse que se cumple con la normativa y el plan de vecindaje puesto en marcha el pasado mes de abril.
Tal es así que desde enero de este año, la Guàrdia Urbana ha denunciado, solo en Ciutat Vella, a casi 2.800 vehículos y bicicletas por malas prácticas. En el mismo periódo del 2017, la cifra fue de 1.343. Como afirma el ayuntamiento, las denuncias no han sido la única medida, ya que también se han realizado inspecciones en distintos locales de vehículos de movilidad personal y se han requisado 98 de ellos.
UN PLAN PARA MEJORAR EL BARRIO
Estas sanciones se enmarcan dentro de dicho plan de vecindaje en Ciutat Vella, con el objetivo de mejorar la vida del districto y la convivencia entre vecinos y turistas. Una medida que se extiende por toda la ciudad de Barcelona, restringiendo el uso de segways y vehículos de movilidad personal con fines comerciales.
Dicha ordenanza sancionará con multas de entre 100 hasta 500 euros a aquellos que no cumplan con la normativa enfocada a tres tipos de vehículos (A, B y C1):
- Vehículos A: Movilidad personal de dimensiones pequeñas, como patinetes o plataformas eléctricas.
- Vehículos B: Movilidad personal de dimensiones grandes, como patinetes grandes o segways.
- Vehículos C1: Transportes de más de dos ruedas con uso comercial o de ocio.
A excepción de los vehículos de uso personal que no se verán afectados por el decreto de la restricción y tendrá que respetar lo que estipula la ordenanza.