La calle Lancaster es una pequeña vía que conecta Nou de la Rambla con Arc del Teatre, una calle antaño llena de pequeñas empresas y comercios que con el paso del tiempo ha sufrido el cierre de todos sus negocios. El último está a punto de bajar la persiana ya que sus propietarios están hartos de convivir con delincuencia, traficantes de droga, lateros y personas alcohólicas que día tras día dejan su sello en los rincones de la calle.
Pasear por esta calle significa darse cuenta de lo que la dejadez de las administraciones puede significar en la vida diaria de los vecinos. La mayoría de los locales de la calle están cerrados y eso es un mal síntoma. Además, es algo que cuesta de entender teniendo en cuenta su proximidad a la Rambla y la constante presencia de turistas por la zona.
La respuesta la ofrecen los vecinos. “Entre venta de drogas, de latas y la presencia de drogadictos y alcohólicos, la calle está muerta. No hay ningún comercio abierto y la situación es cada vez peor”.
EDIFICIOS MUNICIPALES
El principal causa de la degradación es, según los propios vecinos de la calle, “lo que ocurren en los edificios 7 y 9-11, que curiosamente son propiedad del Ayuntamiento. Hay pisos-patera, pisos de lateros y en los que se trafica con drogas. Los vecinos de toda la vida, los que aún viven, están hartos. Hay gente que sube y baja por las escaleras a todas horas del día y de la noche, y es muy molesto durante todo el día, sobre todo por la noche”.
Lo peor llega de madrugada, cuando los dos extremos de la calle se llena de drogadictos y borrachos. “Dejan la calle llena de latas, vómitos, algunos hacen sus necesidades en la calle. Así no se puede vivir”, argumentan los vecinos de la zona, que también se quejan de la actitud desafiante de algunos de los traficantes y lateros, que genera temor entre los vecinos.
SIN RESPUESTA
Las quejas que han presentado ante los responsables del distrito no han servido para nada. “Nos hemos quejado en repetidas ocasiones, pero nada. La propia regidora del distrito, Gala Pin, nos ha dicho que no pueden hacer nada. ¿Cómo no van a poder hacer nada si el edificio es municipal?”.
Eso es lo que más indigna a los vecinos, que el Ayuntamiento permita que en un edifico de su propiedad se produzcan ese tipo de situaciones. “Bastaría con que accedieran al edificio y preguntarán piso por piso a ver quien vive y en qué condiciones. Y, a partir de ahí, empezar a poner soluciones”.
Y lo peor de todo, según los vecinos, es que en la zona superior del edificio se han hecho construcciones ilegales ante la pasividad de las autoridades., que conocen de su existencia y no hacen nada para subsanar el problema. “En los áticos se han hecho construcciones ilegales y se usan como pisos patera y como almacén para los lateros. El Ayuntamiento debería de actuar de manera inmediata”.
Además, hay personas que tienen miedo incluso de salir a la calle. Una vecina explica que “si tengo que salir o volver de noche, tengo miedo. Ambos extremos de la calle están llenos de borrachos y lateros. Y se te quedan mirando de manera intimidatoria. Y no se te ocurra decir nada, se creen los amos de la calle”.
A todo esto hay que unir la existencia de dos locales que se usan como clubes cannábicos, uno de ellos con licencia municipal y el otro que actúa de manera ilegal, sin que, denuncian los vecinos, nadie haya hecho nada para acabar con ese negocio.
Por el momento, los vecinos han empezado a unirse para afrontar esta situación, aunque saben que el camino sera largo y difícil. Hasta entonces, ya están preparando hacer algunas acciones. Al parecer, solo el ruido despierta al Ayuntamiento.