Nuevo golpe a los narcopisos en Barcelona. Los Mossos d'Esquadra han clausurado 14 de estas viviendas que seguían activas en Ciutat Vella después de la macrooperación que cerró decenas de estos puntos de venta de droga a finales de octubre.
El último narcopiso que ha cesado su actividad estaba en el número 11 de la calle Riereta, que había empezado a funcionar después de la operación Bacar, por la que se registraron 40 domicilios y se detuvo a 55 personas.
COLABORACIÓN CIUDADANA
La colaboración ciudadana y el contacto permanente de los vecinos con la policía permitió saber que en ese local se había abierto un nuevo narcopiso, al que acudían diariamente toxicómanos para comprar droga.
Los Mossos entraron en el piso la noche del lunes, cuando estaba vacío, y el martes lo devolvieron a sus propietarios, que tomaron precauciones para que no vuelva a ser ocupado. Parte de estos pisos se han devuelto a sus legítimos propietarios y en algunos de ellos ya están viviendo familias.