Gala Pin irá finalmente a juicio por una demanda de una inmobiliaria

Gala Pin irá finalmente a juicio por una demanda de una inmobiliaria

Ciutat vella

Gala Pin, a juicio por injurias a una inmobiliaria

La regidora acusó a MK Premium de acoso a los inquilinos

21 mayo, 2019 19:36

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La regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, tendrá que enfrentarse a un juicio por injurias contra la inmobiliaria MK Premium. La concejala de Barcelona en Comú acusó a la empresa de acosar a un inquilino de un edificio de la calle Lancaster. También les acusó de mentir y de falta de escrúpulos.

Ha sido la propia Gala Pin la que ha hecho publico, por medio de las redes sociales, la apertura del juicio. “Hace unos días supe que finalmente tendré que ir a juicio por la querella que me puso MkPremium”, escribe la regidora.

COSAS QUE LE MOLESTAN

Tras reconocer que la empresa denunciante le pide que se retracte de las declaraciones en las que la acusó, entre otras cosas, de malas prácticas con los inquilinos, Gala Pin pasa al ataque. “Una de las cosas que más me molesta”, dice la regidora en su cuenta de Facebook, “es tener que volver a escuchar el paternalismo y el mansplaining del representante de MKPremium”

También carga contra la actual legislación que, según ella, no está a la altura de la situación ya que determinadas empresas “no deberían sentirse impunes a la horade vulnerar derechos”.

Pese a todo esto, Pin reconoce que ha recurrido la decisión de la jueza de llevarla a juicio.

OFERTA… Y DEMANDA

Los hechos dieron comienzo cuando el fundador de MK Premium, Daniel Leiva, aseguró que le había ofrecido al Ayuntamiento la posibilidad de adquirir el edificio de su propiedad de la calle Lancaster 13.

La respuesta de Gala Pin llegó en dos tuis en los que acusaba a la empresa de mentir (“la capacidad infinita de mentir de esta gente supera toda ética. Hacen esta declaración después de haberse vendido el edificio al mejor postor”), y de falta de escrúpulos (“es como su falta de escrúpulos y ética explica como después maltratan vecinos y sus derechos”).

En aquellos tiempos, el Ayuntamiento estaba intentando adquirir otros edificios de la calle, los números 7, 9-11, que finalmente acabó comprando.