Cuchillería Roca, el negocio centenario que sobrevive pese al Ayuntamiento

Conseguir que un comercio sobrepase el siglo de vida está al alcance de pocos. Uno de ellos es la Cuchillería Roca, presente en el barrio Gòtic desde 1911. Ramon Roca fue su fundador, y sus descendientes conservaron el negocio hasta el año 2000, consolidándose como historia viva de Barcelona. Posteriormente, el negocio pasó a ser administrado por el grupo de cuchilleros Esteel, al que actualmente pertenece, con la voluntad de conservar su esencia.

A las puertas de dar comienzo la tercera década del siglo siguiente a su nacimiento, el establecimiento está dirigido por Lluís Torrente, quien explica con pasión el laborioso trabajo que la empresa continúa llevando a cabo hoy en día pese a que el Ayuntamiento no les trata como el emblema histórico que son para la ciudad.

ARTESANOS CENTENARIOS

El paso de 108 años no ha sido suficiente para que la cuchillería abandone su taller. Más bien al contrario, reafirman su apuesta y se enorgullecen de ello. Torrente explica que este valor diferencial "siempre beneficia", permitiendo que clientes que tienen, por ejemplo, una "tijera comprada hace 35 años" quede como nueva tras afilarla pero, eso sí, asegura que a ese comprador "no lo vuelves a ver en 25 años más".

La calidad en el servicio que ha marcado la el día a día de la compañía es una característica que se niegan a perder. Por ello, se adaptan a la petición del cliente por muy complicada que sea esta de llevar a cabo. Así, si un comprador llega con una propuesta personalizada, a realizar desde cero, los ocho profesionales que actualmente trabajan en el negocio no dudan en buscar referencias internacionales y diseños concretos para satisfacer las necesidades de un target que busca tanto herramientas profesionales como artículos para uso personal.

7.000 REFERENCIAS

La variedad de productos disponibles es innegable. El gerente explica que actualmente disponen "de unas 7.000 referencias internacionales", ya que gracias a su "sistema informatizado" que sorprende en un negocio con tan extensa trayectoria, realizan continuamente pedidos a países como "Alemania, Italia, Ingaterra o, incluso, Japón". En la busqueda de estos bienes, además, se empeñan en la búsqueda de calidad, trabajando con empresas como "una casa de cepillos de 130 años" donde encuentran la "marca Roca".

Productos en el interior del establecimiento / RP

Entre los productos más demandados se encuentra la "cuchillería a nivel profesional, tijeras para todo tipo de oficios y los productos de afeitado", característicos históricamente en el establecimiento. Sus compradores pertenecen a tres generaciones diferentes, dándose imágenes como "la abuela, con la madre y la hija" que acuden a comprar porque la mayor compraba hace años, su hija ya ha comprado y su nieta realiza un pedido por primera vez.

CARAS CONOCIDAS

Muchas son las caras conocidas que han pasado por la caja de la cuchillería en más de una ocasión. "Políticos, actores... Antes del '75 se hizo un libro de firmas y, cuando han venido personajes reconocidos aprovechamos para que nos firmen el libro", explica Torrente con orgullo.

Algunos de estos particulares clientes han sido Mary Santpere, Mario Vargas Llosa, Josep Maria Pou y Miquel Roca Junyent, entre otros.

ABANDONADOS POR EL AYUNTAMIENTO

Poco parece importar al consistorio municipal los comercios que, como éste, continúan en pie tras superar el siglo de antigüedad. Así lo asegura Torrente, quien explica que intentan "trabajar diariamente con nuestro producto y oficio pero, además, mantener y restaurar parcialmente partes de la tienda", una labor en la que "el Ayuntamiento está muy dejado" y permite el deterioro de locales que "al final son la cara de Barcelona".

Turistas franceses a las puertas de la Cuchillería Roca / RP

El gerente insiste en la falta de apoyo del consistorio cuando realmente se necesita. Cree que debería realizar aportaciones que van más allá del ámbito económico, recalcando la idea de "ayudar a mantener a los locales históricos que son patrimonio de la ciudad" mediante, por ejemplo, la restauración de éstos.

VÍCTIMAS DE LA INSEGURIDAD

Pocos negocios han eludido la inseguridad que se vive tanto en el barrio como en el distrito. La cuchillería no ha sido una excepción, ya que "han intentado robar varias veces", una conducta que "ha ido a más este verano". "Aquí ha habido delincuencia, estirar bolsos y correr... Hace 25 o 30 años que no se veía, se me rompe el corazón cuando intentan abrir la bolsa de gente que entra en la tienda".

Torrente critica también el efecto que esto tiene sobre el turismo, que "al final no querrá venir a Barcelona" si la situación persiste, por ello se pregunta si el Ayuntamiento piensa hacer algo teniendo en cuenta que son conocedores de los robos y la venta de droga que se lleva a cabo en las calles.

Turistas observando la variedad de productos / RP

Por otra parte, el gerente carga contra el consistorio por no frenar a los manteros, que venden un producto "sin las garantías y con toda la red de traficantes que hay detrás", algo a lo que añade que "las tiendas cierran porque no venden". En definitiva, el responsable del negocio centenario explica que parece que el Ayuntamiento promocione "el desenfreno" en la ciudad.

ESTAR EN EL 'TOP'

En la Cuchillería Roca tienen muy claro cual es su reto de futuro: "estar en el top". Para ello, Torrente no duda que no dejarán de viajar a ferias y fábricas en busca de la calidad y el mejor servicio, una fórmula con la que seguro continuarán sumando décadas de vida.