Los artistas callejeros también comen y el confinamiento decretado en Barcelona también les está ahogando económicamente. Acostumbradas al ajetreo y continuo trasiego de turistas en el corazón de Barcelona, las estatuas de la Rambla sufren estas semanas la caída a cero de los ingresos que reciben de los miles de extranjeros y nacionales que pasan cada día por delante de sus trabajados vestidos y disfraces.

En una carta de la que se ha hecho eco La Vanguardia, estos artistas piden ayuda al Ayuntamiento de Barcelona donde recuerdan que desde hace dos semanas no trabajan. Que también tienen familias y facturas que pagar

AYUDAS

"Nosotros también estamos en casa desde el 14 de marzo”, escribe su portavoz, Walter San Joaquín, en la carta dirigida al comisionado de Cultura, Joan Subirats. Las estatuas humanas quieren que el gobierno de Ada Colau les incluya en la lista de entidades e instituciones culturales beneficiarias de las ayudas especiales del Consistorio de la capital catalana.

"La precariedad laboral y vulnerabilidad de las estatuas humanas de la Rambla, al igual que otros muchos colectivos artísticos de cultura y arte de calle, viven del día a día de la voluntad monetaria del público, sin ninguna ayuda social”, recalcan las emblemáticas estatuas vivientes.

 

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