A medida que pasan los días se van conociendo casos de residencias de ancianos de Barcelona abandonadas por la Generalitat y en las que se acumulan decenas de muertos. El pasado 7 de abril, Metrópoli Abierta informaba de la situación que se vivía en el centro Mossèn Vidal i Aunòs, en la Bordeta, con 50 positivos y 10 muertos. Ahora ya son 15. Otro equipamiento con una situación crítica es la Fundació Casa Asil, que antes de Semana Santa tenía 45 fallecidos y este fin de semana sumaba ya 55, avanzó L'Exprés de Sant Andreu.
Otra residencia con una situación irreversible es la Bertran i Oriola de la Barceloneta. En el centro, hasta ahora 25 personas han fallecido y el 95% de los ingresados han dado positivo por coronavirus. "Había 92 residentes y 87 tienen la enfermedad. Solo cinco dieron negativo", explica Caty Serrano, representante de la plataforma 5 +1, formada por familias con personas mayores en estos equipamientos.
"NO ME PUDE DESPEDIR DE ÉL"
"Mi padre falleció el pasado 6 de abril. No lo veía desde el 12 de marzo y murió sin que me pudiera despedir de él", relata Caty. Su padre, de 89 años, empezó con fiebre, después la enfermedad se le complicó con una neumonía. En ningún momento se le derivó a un centro hospitalario. "Yo ya veía que mi padre se iba a morir".
El drama de Caty no acaba aquí. Su madre, también de 89 años, sigue en la residencia, junto a otras 39 personas. "También dio positivo, pero está asintomática. La tienen aislada. Tiene demencia. Ella se mueve. Es como una niña pequeña. Me llegaron a plantear si la podían atar", cuenta desesperada.
POCA ATENCIÓN MÉDICA
Caty se queja de la falta de información de la empresa que gestiona el equipamiento, Eulen, y de la Generalitat, la administración de la que depende. "Hay mucho secretismo. Llamas y no cogen el teléfono. Con la poca atención médica que está recibiendo, no creo que mi madre salga adelante", se lamenta. Hasta en tres ocasiones este medio ha intentado contactar a la Generalitat para conocer su punto de vista sobre la problemática de la Bertran i Oriola. También ha sido imposible hablar con el centro.
La falta de atención médica, así como de material de protección y de tests para residentes y trabajadores (cuyas bajas se han disparado) han sido algunos de los principales problemas en la gestión de la crisis de las residencias, que hasta el pasado día 14 habían dejado en la ciudad 654 muertos y más de 900 contagios.
La coordinadora de la plataforma 5 +1, María José Carcelén, dice que por las noches los residentes de Bertran y Oriola, no tienen servicio médico. "Solo hay un gerocultor por planta". Tampoco durante el día la asistencia está garantizada. "El médico viene unas tres horas y no todos los días. La sensación que tenemos es que se quiera dejar morir a nuestros mayores", añade Caty. En esto centro ahora quedan 40 ancianos, todos positivos
DENUNCIA ANTE FISCALÍA
El caso de la residencia Bertran i Oriola acabará en los tribunales, al igual que el resto de centros catalanes con una situación similar. "Nos dirigiremos a la Fiscalía para que haga una investigación general en toda Cataluña y expondremos al Ministerio Público las situaciones más graves para que vea que no han sido ni uno ni dos los casos", concreta Carcelén.