Ciutat Vella tiene un problema enquistado: los narcopisos. En lo que llevamos de 2020, es decir, menos de cinco meses, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han cerrado hasta 40 narcopisos en el distrito. En total, los dos cuerpos policiales han detenido 30 personas durante el desmantelamiento de los pisos de la droga en Ciutat Vella.
Lo ha dicho el teniente de alcalde de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, en la comisión de Presidencia de este miércoles. La mayor parte de los narcopisos clausurados --32 de los 40-- se encontraban en el barrio del Raval, otros dos en la Barceloneta, cuatro en el Gòtic y dos en el casco antiguo.
Batlle ha asegurado que continúan haciendo un esfuerzo para aumentar la presencia policial en los narcopisos, y ha añadido que espera que cuando finalice la crisis sanitaria, "en las próximas semanas", pueda reunirse con la Consellería de Interior para trabajar en el plan estratégico Barcelona Ciutat Segura.
De momento, los narcopisos siguen generando dolores de cabeza entre los vecinos, hartos de convivir con narcotraficantes en sus barrios.