Impotencia vecinal en el Raval. Los residentes se manifiestan durante horas contra los cortes de luz que se producen desde hace un mes. A pesar de que el pasado 6 de diciembre el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, informó que la compañía eléctrica había solucionado el problema y que el servicio estaba restablecido, los problemas de suministros persisten.
Los residentes de las calles de Sant Antoni Abad, de la Cendra y dels Salvador no pueden más. La desesperación ha llegado a tal punto que los vecinos encienden hogueras y realizan caceroladas cuando cae la noche. Tal y como se puede ver en las fotografías y los vídeos a los que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, el fuego ocupa las estrechas vías y se convierte en un elemento de manifestación ante la supuesta inacción de la compañía eléctrica y las administraciones.
ENDESA CULPA AL AYUNTAMIENTO
70 clientes de Endesa llevan más de 30 días sufriendo cortes de luz, "desde el 11 de noviembre". Algunos de ellos denunciaron la precaria situación a este medio e informaron de que están pasando frío y que no pueden cocinar, teletrabajar o abrir sus comercios por culpa de este fallo. ¿Los motivos? El Ayuntamiento de Barcelona y Endesa se pasan la pelota.
El departamento de prensa de Endesa explicó a este medio las razones por las que se están produciendo los cortes de suministros. La compañía eléctrica argumentó que el pasado 17 de noviembre –seis días después de lo que dicen los afectados– fueron alertados de una problemática en los suministros de 70 vecinos de la zona. Unos operarios de la empresa detectaron que había una avería en un cable de baja tensión. El albañal que conectaba la calle de Sant Antoni Abad con el alcantarillado se encontraba en mal estado por un exceso de aguas fecales y estos residuos habrían sido los causantes del daño en los cables eléctricos.
Endesa dio parte al Ayuntamiento de Barcelona y este aseguró estar en vías de solución. "Hasta que no esté resuelto no podremos acabar de arreglar la incidencia", confirmaron fuentes de la operadora eléctrica. Endesa aseguró haber alimentado con otras líneas a los usuarios afectados, hecho por el cual se producen sobrecargas en la red que provocan los cortes de luz.
DOS INCENDIOS POR LA SOBRECARGA ELÉCTRICA
El pasado miércoles 2 de diciembre varios operadores municipales empezaron los trabajos en la vía pública para reparar la fuga de aguas fecales. Los trabajadores llegaron a las once de la mañana y levantaron el asfalto para llegar hacia el cableado eléctrico. A pesar de ello, una semana después se siguen cifrando cortes de luz en las viviendas de la zona.
Varios residentes informan a este diario que la problemática perdura y que siguen teniendo "cortes de luz y apagones". Según dicen "ya ha habido dos incendios de cable" que han tenido que ser socorridos por los Bomberos de Barcelona, "uno el día 11 de noviembre y el otro el 8 de diciembre".
REPARACIONES CARÍSIMAS
Adrià Pifarré, uno de los afectados por los problemas de suministros, asegura que, por lo que han averiguado, "la reparación supone un coste muy elevado para Endesa". "Ha de abrir toda la calle, por eso han conectado todas las casas a otra línea que no aguanta toda la energía", explica. El vecino cuenta que trabajadores de la operadora eléctrica comentaron a los vecinos que "el problema de la cloaca no debería afectar al cable" y que por ello las explicaciones de la compañía no serían del todo creíbles.
Según informan los residentes de la zona afectada, Endesa ha propuesto otro apaño para desdoblar la línea y así "evitar más cortes de luz". Después de las fiestas de Navidad estaría prevista una actuación contundente que erradicase definitivamente la problemática.
LOS VECINOS DEL RAVAL SE SIENTEN OLVIDADOS
A día de hoy, la sensación vecinal hacia la compañía eléctrica es negativa: "Hay una dejadez enorme en el Raval. No es la primera vez que nos quedamos un mes entero con cortes constantes. La compañía sabe que la red que tiene en el barrio está obsoleta. Nos parece muy grave que pasen la culpa al Ayuntamiento mientras no hacen nada. Estamos muy enfadados y la gente está muy nerviosa", dice Pifarré.