El restaurante Romesco, un clásico del Raval desde hacía 35 años, ha bajado la persiana. "El covid no ha hecho más que acelerar esta decisión", explican los responsables del establecimiento. El Romesco abrió en 1985 de la mano de cuatro emigrantes gallegos -Delfín, Felipe, Jose y Mario-, los mismos socios que seguían ahora al frente del local.
Restaurante de barrio de cocina casera y pescados a la plancha, acumulaba a diario largas colas por sus módicos precios, que para algunos eran de los más baratos de Barcelona.
Situado en la calle de Sant Pau, 28, en el Romesco era fácil ver a trabajadores y mochileros que habían conocido el negocio en alguna de las muchas publicaciones en las que apareció. Uno de los platos estrella de la casa era el bacalao con sanfaina, otro la cabeza de ternera frita, explicaba Time Out en 2011.
LA DECISIÓN DE CERRAR, ANTES DE LA PANDEMIA
El cierre del Romesco se formalizó el pasado domingo. En su página de Facebook, los titulares del restaurante han colgado un texto de despedida. Explican que antes de la pandemia ya se habían planteado "que quizás era el momento de colgar los delantales después de 35 años. El covid no ha hecho más que acelerar esta decisión".
En el escrito, el Romesco recuerda la dureza de los primeros años, las "muchas horas de trabajo", y que se van con una infinidad de anécdotas tanto en el local como fuera de él. "Llegamos, incluso, a grabar una película y nos han visitado músicos, actores, cantantes y otros personajes famosos". "Nos sentíamos muy orgullosos cuando alguien llegaba a nuestra casa con una revista publicada en la otra parte del mundo y nos preguntaba por los platos que en ella se mencionaban".
RACIONES ABUNDANTES Y SERVICIO RÁPIDO
El Romesco acumulaba comentarios positivos en la mayoría de portales de internet, especialmente por sus asequibles precios, raciones abundantes y el rápido y amable servicio. "Como siempre hay que decir que la comida es abundante y muy buena. Los camareros van a por faena y esto es bueno. No esperas una vida para comer", resume un cliente en Tripadvisor.
Jorge Carrió se expresaba en términos parecidos en Google hace cinco meses: "Restaurante de barrio, de los que ya no quedan prácticamente en ninguna gran ciudad, a una calle de la Rambla. La comida está bien... Lo que le da las máximas estrellas posibles es la cantidad, el precio exageradamente bajo y el gran trato recibido. Sitio de confianza".