Situación muy delicada en el edificio del número 27 de la calle Còdols donde el martes intervinieron los Mossos d'Esquadra pasa desalojar a una familia, dos padres y sus tres hijos menores de edad que ocupaban una vivienda en este inmueble del Gòtic. Pero algo ha ocurrido tras la actuación policial. Los dos adultos fueron trasladados a comisaría, y al salir e intentar regresar al piso descubrieron que los vecinos habían bloqueado los accesos. En el interior están dos de los niños.
Por decisión vecinal, los padres no pueden entrar al edificio en el que se encuentran ahora mismo sus hijos de 7 y 11 años (tienen un bebé que sí que está con ellos). Los menores llevan aislados de sus progenitores más de 24 horas. Según ha explicado Martí Cusó, portavoz de Resistim al Gòtic, este miércoles en el programa bàsics de betevé, los dos niños están "con una vecina que los acompaña". Afirma también que las entidades vecinales llamaron enseguida a los Mossos para pedir su mediación, pero que tardaron 20 horas en aparecer. Un "contraste increíble", dice, con la rápida actuación y las cargas policiales del martes en el intento de desalojo.
Por su parte la coordinadora del área de derechos de las personas detenidas del Centre Irídia, Sònia Olivella, ha explicado en el mismo programa que jamás habían vivido una situación en la que unos vecinos actuasen de este modo, considera "muy grave" la respuesta de los Mossos, pide que se abra una investigación interna y denuncia la "inacción" de la administración.