Barcelona desembolsará más de 700.000 euros en cabinas de baños para Ciutat Vella

Los baños públicos que Ada Colau instaló en Ciutat Vella han destacado en los últimos años por los diferentes sucesos acontecidos. Al margen de las escenas de sexo, el consumo de drogas en su interior ha provocado una alerta máxima entre el vecindario.

Así ha ocurrido en El Raval, donde los residentes han expresado su preocupación por la transformación de estos sanitarios en auténticas narcosalas improvisadas en las que la suciedad y las jeringuillas son una constante.

Restos de jeringuillas, colillas y de suciedad de todo tipo en el lavabo de la plaza Folch i Torres

Tras la finalización del último contrato para la instalación y mantenimiento de estas estructuras, el Ayuntamiento de Barcelona dio luz verde la pasada semana a un nuevo acuerdo en el que la exigencia más relevante es que la empresa realice el transporte en vehículo eléctrico.

MÁS DE 700.000 EUROS

El Ayuntamiento desembolsará 737.037,47 euros en la instalación y mantenimiento de 11 sanitarios públicos en Ciutat Vella, en un contrato que estará vigente hasta 2023 con opción a prórroga.

Fuentes municipales indican que estos renovados baños no se añadirán a la red actual, sino que mantendrán las ubicaciones de los actuales, en las plazas de "Terenci Moix, Anna Murià, Pla de Palau, Sant Agustí, Salvador Seguí, Duc de Medinaceli y de la Catedral", así como en el "paseo Marítimo, Jardins de Sant Pau del Camp, paseo Picasso y Rambla del Raval".

CERO EMISIONES

El Gobierno de Colau ha optado por dejar en segundo plano la limpieza de los nuevos baños públicos. Tras el precio, el factor de mayor relevancia en el concurso público para esta adjudicación ha sido la disponibilidad de un vehículo cero emisiones para su transporte.

Las dos empresas que se han presentado cumplían con dicho requisito, una exigencia que le puede suponer un coste especialmente elevado a la ganadora, Olprim Ingeniería y Servicios.

La compañía fabrica y distribuye los sanitarios en Asturias, concretamente en la ciudad de Gijón. El transporte en vehículo eléctrico desde su sede resultaría complejo, ya que la autonomía de la batería forzaría una o dos paradas obligadas para recargar. La alternativa pasaría por el uso de dos vehículos distintos, ya que por contrato el que acceda a la capital catalana deberá disponer del distintivo 0. Costes añadidos en un momento de crisis marcado por la pandemia.

LA LIMPIEZA, SECUNDARIA

La ausencia de jeringuillas en estas instalaciones ha quedado en segundo plano. En este caso, y para tratar de mejorar el control de la limpieza, la compañía deberá implementar un "código QR" para registrar la entrada y salida del personal encargado de la higiene interior.

Finalmente, el papel higiénico disponible en estos lavabos deberá estar "elaborado con fibras procedentes de explotaciones forestales sostenibles" para excluir el uso de sustancias químicas.