El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha exigido en un comunicado que se paralice el desahucio de Alejandro Jorge, un hombre de 84 años que vive en un piso del Gòtic y que podría ser desalojado en cualquier momento de lo que queda de marzo.
El caso fue destapado por el programa bàsics de betevé. Con la muerte de su mujer y sus dos hijos, el abuelo dejó de subrogar el contrato de alquiler –del que era titular su mujer– en el plazo de establece la ley. Por este motivo, el propietario quiere aprovechar para echarlo. Además, la propiedad ha solicitado la presencia de la Brigada Móvil de los Mossos (BRIMO) para colaborar en el desahucio. Un hecho "absolutamente desproporcionado, teniendo en cuenta que no tiene antecedentes de violencia y su edad avanzada", ha denunciado su abogado, Matías Griful.
Ahora la ONU pide al Gobierno que "tome medidas para evitar posibles daños irreparables" para Alejandro, mientras el caso no se resuelve. El organismo internacional pide que se frene el desahucio o se le entregue una vivienda alternativa "que se adecúe a sus necesidades".
LA ÚLTIMA PALABRA LA TENDRÁ EL JUEZ
Según la plataforma vecinal Resistim al Gòtic, el juez del caso de Alejandro todavía no se ha pronunciado sobre la petición de la ONU y será quien tenga, en el último término, la decisión en sus manos.