Con un gran pesar, Trinitat Sabatés confirma la fecha del cierre: el próximo 10 de septiembre, la icónica Herboristeria del Rei bajará la persiana definitivamente, después de más de dos siglos vendiendo a los barceloneses todo tipo de plantas medicinales, especias, infusiones y, más recientemente, productos cosméticos.
Desde el otro lado de la vitrina, en el número 1 de la calle del Vidre, entre la calle Ferran y la plaza Reial, en pleno corazón del barrio Gòtic, Sabatés recibe a Metrópoli para detallar las causas de este inesperado adiós. "No nos hemos entendido con el propietario sobre el alquiler", afirma. Después de 25 años al frente de la tienda –la regenta desde 1996–, la última responsable de la botica lamenta la imposibilidad de alcanzar un acuerdo económico con el dueño, una triste realidad que han sufrido ya otros muchos locales emblemáticos de Barcelona, abocados al cierre desde el momento en que el arrendador pide más dinero para renovar el contrato. Como en el caso de la farmacia La Estrella, en Ferran número 7, a pocos metros de la Herboristeria del Rei y que en mayo anunció que se trasladaba a un nuevo local, en la calle Banys Nous, por la incapacidad de asumir un aumento del alquiler.
Además, la misma Sabatés relata que su edad avanzada –que hasta ahora no le impedía venir cada día a trabajar– y la pandemia han contribuido a tomar, finalmente, la decisión del cierre. "Yo he luchado mucho por esta tienda, como si fuese la propietaria. Pero no lo soy, así que será el dueño el que decida qué hacer con ella", cuenta a este diario.
BIEN CULTURAL DE INTERÉS LOCAL
Sabatés se va y la ciudad ve como cierra un local histórico, fundado en 1818, hace 203 años, por el maestro Josep Vilà. "Es la herboristería más antigua de Cataluña", señala la boticaria. Y es también uno de los establecimientos comerciales más antiguos de Barcelona. En 1857, después de que la reina Isabel II nombrase a su dueño herbolario de cámara de Su Majestad y proveedor de la Casa Real, la tienda fue reformada de arriba abajo por Francesc Soler i Rovirosa. De aquel entonces son las decoraciones decimonónicas e isabelinas repartidas por el interior. Todas ellas, así como el techo pintado, la galería, los cuadros y el mobiliario, y también la imponente fuente de mármol, encargada a los hermanos italianos Baratta Rossi, en la que antiguamente se conservaban las sanguijuelas, coronada con el busto del naturalista sueco Carl von Linné, deberán ser respetados por el propietario cuando ella se vaya. Así se lo ha hecho saber el Ayuntamiento, y es que la Herboristeria del Rei está catalogada como Bien cultural de interés local.
Por aquí han pasado personajes ilustres como el pintor y escultor ampurdanés Salvador Dalí, expone Sabatés. Aunque el genio de Figueres fue cliente de la tienda mucho antes de que ella cogiera el mando. "A los que sí recuerdo son a todos los cantantes del Liceu que han venido a comprar hierbas para el dolor de garganta", señala la encargada.
SE CONSERVARÁ LA ESTÉTICA PERO NO EL OFICIO
Sin la maestra herbolaria detrás del mostrador, el Ayuntamiento pretende conservar la estética de la tienda pero no el oficio. "Es una pena. Al dueño no lo dejarán deshacerse de todo esto [señalando el interior del local], porque va a estar protegido, pero la profesión se va a perder", explica. "Y si mantienen todo lo que hay aquí, pero abren una tienda de móviles, como ha ocurrido en otros sitios, la herboristería perderá igualmente gran parte de su valor", continúa.
Durante las semanas venideras, Sabatés espera acabar de vender la mayoría de productos que todavía se exponen en las vitrinas de la tienda. Una cuenta atrás que terminará el próximo 10 de septiembre, cuando tiene que ir con su abogado a entregar las llaves de la Herboristeria del Rei. Si nada cambia, ella finalizará ese día una etapa al frente de la botica y se retirará, y Barcelona perderá otro pedacito de su historia.