La pobreza extrema cada vez es más palpable en el centro de Barcelona. Tras la pandemia, el vecindario y los restauradores de Ciutat Vella han presenciado el aumento imparable de personas sintecho que duermen en las calles. 

POSIBLES MOTIVOS 

El cierre de tres equipamientos del Ayuntamiento, que habían sido habilitados como medida covid, y la crisis económica desencadenada por la pandemia son algunos de los motivos que achacan las entidades que ayudan a este colectivo. Las asociaciones también apuntan que determinados servicios sociales de otros municipios estarían recomendando a las personas sin hogar que vengan a la capital catalana para conseguir más ayudas, saturando los recursos en la ciudad.

Otras agrupaciones de comerciantes van más allá y hablan de un "efecto llamada". Argumentan que se produce un boca a boca entre personas sin hogar de fuera de España: "Es gente que viene de fuera por un efecto llamada y porque saben que en Barcelona hay tolerancia", apuntan desde la Asociación Amics de la Rambla.

COLECTIVO VULNERABLE

Sea como fuere, la miseria cada vez es más palpable en las vías de la ciudad. Tal y como se puede ver en la fotogalería realizada por Metrópoli, las personas sin hogar duermen al raso en cualquier cobijo. Según se puede apreciar en las imágenes, estos quedan expuestos y completamente vulnerables ante cualquier peligro. 

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