Noche complicada en la calle Sant Pau del barrio del Raval, en Barcelona, este jueves, 22 de diciembre. El vecindario no ha podido descansar hasta que los Mossos d'Esquadra no han dado por finalizado el operativo "sorpresa" contra un conflictivo narcopiso ubicado en el número 63 de la calle, junto a la Filmoteca de Catalunya.

Sobre las 23:00 horas de la noche, agentes de paisano han comenzado a cortar la calle para evitar el tráfico de vehículos. Una jueza ha estado presente, incluso, en el desalojo de las personas que okupaban la vivienda. La redada se ha llevado a cabo con la colaboración de la Guardia Urbana y se ha detenido a seis personas. Se ha intervenido, además, metanfetamina, heroína y cocaína.

El número 63 de la calle Sant Pau donde ha tenido lugar la redada / GOOGLE MAPS

"HAN DESTROZADO LA PORTERÍA"

El vecindario de la zona respira un poco más tranquilo, pero no del todo. "Se llevaron a mucha gente, pero todavía vienen y piensan que el negocio sigue", explica una vecina a Metrópoli. La mujer ya estaba sobre aviso: la policía, que lleva meses vigilando el barrio, la alertó de la redada.

Sin embargo, ahora la residente está preocupada: "Han destrozado la puerta y han roto los buzones. Quiero saber quién se va a hacer cargo de todo el estropicio y recuperar las llaves de la portería".

PUERTA TAPIADA

El vecindario se inclinaba por instalar una puerta antiokupa en el narcopiso. En vez de eso, el acceso se ha tapiado, algo que no ha contentado a la comunidad, que intentan dialogar, a través de un gestor, con La Caixa, la actual propietaria del piso. 

FILIPINOS

Poco antes de que el banco adquiriera la vivienda, una pareja de origen filipino era la propietaria. "Cuando llegaron ellos, empezó el trajín de gente", relata la vecina afectada, que cada día veía entrar y salir a diferentes personas "de todas las nacionalidades".

Además del miedo por los consumidores de drogas que recalaban en el piso, el vecindario del número 63 de la calle Sant Pau también tenía que aguantar que los indeseados visitantes les arrojasen "condones usados" por los patios.

Dos agentes de policía durante la actuación en un narcopiso de Ciutat Vella / TWITTER GUARDIA URBANA

MIGUEL RICART, DETENIDO

El pasado martes, 20 de diciembre, el asesino de Alcàsser, Miguel Ricart, era detenido en un narcopiso de la calle Aurora, a tan solo cinco minutos a pie de la calle Sant Pau. La unidad de drogas de la policía autonómica catalana, en colaboración con la Guardia Urbana, llevaba semanas investigando al piso a Ricart, quien salió de prisión en 2013 tras haber cumplido 21 de los 170 años a los que fue condenado por el asesinato de tres niñas en la localidad valenciana de Alcàsser, un crimen que siempre negó haber cometido.

Sin embargo, este jueves, 22 de diciembre, el juez ha decretado libertad provisional para Ricart.

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