El barrio del Raval hace décadas que se enfrenta a un problema de degradación, que se ha acentuado en las últimas décadas. La pobreza, la delincuencia y el abandono institucional han sido el cóctel que ha explotado contra los vecinos. Muchos de ellos se han visto obligados a abandonar sus casas por la inseguridad que se respira en la zona.
Uno de los conflictos más visibles en este barrio de Ciutat Vella es el consumo de drogas, que crea una sensación de inseguridad y deterioro del entorno urbano cuyas consecuencias acaban pagando los residentes. Hartos de no poder pasear tranquilos por sus calles, han compartido con Metrópoli el calvario que viven en Vistalegre, que se ha convertido en el lugar favorito de los toxicómanos.
LOS VECINOS DE LA CALLE DE VISTALEGRE, AL LÍMITE
Marta --un nombre inventado para preservar su anonimato-- vive en la calle colonizada por los drogodependientes y está en una situación límite. Ver a los adictos pinchándose heroína entre la basura se ha convertido en un escenario común tanto para ella como para los cientos de vecinos que conviven en la zona. La calle de la Riereta, muy cercana a la rambla del Raval, también es un punto de proliferación de heroinómanos.
Esta mujer es consciente de que recientemente se han desmantelado bastantes narcopisos, pero el problema del tráfico de drogas sigue siendo más que evidente. Asegura que ya no hay día en el que salga a la calle y no vea a un toxicómano con sus papeles, agujas usadas y basura en medio de la vía pública.
LLAMADAS AL 112 SIN RESPUESTA
"Destrozan y rebuscan en las bolsas de basura que se dejan fuera del cubo. Familias y niños que salen para ir al colegio pasan por al lado o delante de estas personas a cualquier hora del día. Estamos hartos de llamar al 112 y que no aparezca nadie nunca", reitera Marta, que ve cómo el Raval cada día se degrada un poco más.
El conflicto ya no es solo la presencia de drogodependientes en la vía pública, es todo lo que conlleva su adicción para la vida comunitaria. Es habitual verlos compartiendo agujas o incluso usando las que hay tiradas por el suelo. Esto genera conflictos de salud pública. Es un peligro para los más pequeños, ya que pueden pincharse. Lo mismo pasa con las personas que tienen perro, lo quieren sacar a pasear y tienen que ir esquivándolas para que sus peludos no se hagan daño en las pezuñas.
LA INSEGURIDAD, EL PROBLEMA MÁS GRAVE DE BARCELONA
Los datos del último barómetro municipal ponen de manifiesto la inseguridad que hay en Barcelona. Para el 39,4% de los vecinos de Ciutat Vella este es el problema más grave al que se enfrenta la ciudad. No se puede entender la inseguridad sin el tráfico de drogas del distrito. Los Mossos d'Esquadra han creado una unidad especializada en desmantelar narcopisos y la mitad de las actuaciones se hacen en Ciutat Vella.
La presencia de este tipo de inmuebles son el principal atractivo de los toxicómanos, que se concentran en el corazón del barrio para tener cerca los puntos de venta de heroína, una de las drogas más consumidas de la zona. Esto se acentúa de noche, pero tal como ha podido comprobar este digital, a plena luz del día también abundan los adictos, que no dudan en pincharse las agujas en cualquier esquina.
EL RETO DE ACABAR CON LA HEROÍNA EN EL RAVAL
Acabar con la heroína en el Raval no es tarea fácil. Es una droga altamente adictiva y el síndrome de abstinencia es especialmente duro. Cuando una persona dependiente intenta dejar de consumirla, experimenta ansiedad, insomnio, dolor muscular y óseo, diarrea, vómitos y sudoración excesiva, que se suman a unas ganas incontrolables de volver a consumir. Controlar el mono en un barrio donde se puede conseguir esta droga en cada esquina es prácticamente imposible.
Estos conflictos no solo afectan a los toxicómanos, sino que también impactan en la comunidad en su conjunto. Los vecinos han experimentado un aumento de la criminalidad, una sensación de inseguridad y conflictos de civismo que ha acabado abocando a una situación a la que no ven salida. Metrópoli se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona para saber su versión sobre el conflicto de toxicómanos de la calle de Vistalegre, pero a fecha de publicación no ha obtenido respuesta.