El vandalismo asedia la nueva comisaría de la Guardia Urbana del Raval

La comisaría de la calle de Tàpies del Raval se ha convertido en un polvorín para los delincuentes. Maite Casado, gerente de Seguridad, ha anunciado que se instalarán ocho cámaras de seguridad en sus inmediaciones, ya que han detectado un crecimiento del 55% de los delitos. Es en esta misma ubicación donde se encuentra la comisaría de la Guardia Urbana del distrito, que se estrenó hace un año a pesar de la negativa de los sindicatos, que insistían en que no era un lugar apto para la función policial.

El Ayuntamiento de Barcelona invirtió más de 1,2 millones de euros en las obras de esta Unidad Territorial, que es la antigua sede de las oficinas del Consell Comarcal. El espacio es de 2.300 metros cuadrados distribuidos a lo largo de cinco plantas, con una capacidad para 450 agentes. 

OCHO CÁMARAS DE SEGURIDAD EN EL RAVAL SUD

Fuentes del consistorio municipal confirman a Metrópoli que, a principios de 2023, hicieron una petición al Departament d'Interior para poner más videovigilancia en el Raval Sud, concretamente en la calle de Tàpies, la de Sant Oleguer y la avenida de Drassanes. "Lo solicitamos porque detectamos un aumento de hechos delictivos en esta zona del barrio, pero no tiene nada que ver con la propia comisaría, ya que esta tiene sus cámaras de seguridad", dicen desde el Ayuntamiento.

Roban en el interior del coche de un agente de la Guardia Urbana de la nueva comisaría de Ciutat Vella CEDIDA

No obstante, desde la UGT creen que hay una clara correlación entre el aumento de la delincuencia y la comisaría de la calle de Tàpies. Cabe recordar que los sindicatos han denunciado en múltiples ocasiones los conflictos estructurales que hay en esta Unidad Territorial. El principal de ellos es que el espacio no está adaptado para el tipo de trabajo al que se ha destinado. Alexandre Payán, portavoz de SIP-FEPOL en Barcelona, asegura que han tenido múltiples reuniones con la Jefatura, pero "para el Ayuntamiento no hay necesidad de proteger a los agentes", lamenta. 

LOS COCHES DE LOS POLICÍAS, VANDALIZADOS

A ojos del citado sindicato, otro de los problemas es su cercanía con el CAS Baluard, que está a escasos 200 metros de la comisaría. Esto provoca que muchos drogodependientes del centro y personas sin hogar cometan actos vandálicos contra la comisaría, llegando incluso a restregar excrementos en las ventanas de los coches de los agentes. A diferencia de las dependencias policiales de los Mossos d'Esquadra, las de la Guardia Urbana de la calle de Tàpies no cuentan con un espacio vigilado para los vehículos personales de los funcionarios, lo que se acaba traduciendo en destrozos, robos y daños a los coches, cuya reparación la tienen que pagar las propias víctimas, es decir, los agentes.

Jose Casas, portavoz de UGT, considera que la instalación de las ocho cámaras de seguridad responde al aumento de delitos en las inmediaciones de la comisaría: "Casualmente, son para vigilar los aparcamientos, que es justo lo que hemos pedido desde el sindicato, otra cosa es que el Ayuntamiento no quiera reconocerlo". La UGT, igual que SIP-FEPOL, alertó al consistorio municipal de las deficiencias que presentaba la nueva comisaría de la Guardia Urbana antes de su inauguración, unas deficiencias que afectan directamente a los policías y, en consecuencia, a su labor de proteger a la ciudadanía. "También han robado dentro de los coches y la ubicación presenta muchos problemas para la recogida de material", lamenta la UGT. 

PROBLEMAS DE SEGURIDAD CONSTANTES EN LA COMISARÍA

Desde SIP-FEPOL explican que las quejas de la seguridad en la comisaría de la calle de Tàpies son constantes, pero que durante el turno de noche aumentan, ya que experimentan un gran volumen de trabajo al que los agentes tienen que hacer frente en unas condiciones inadecuadas. Payán recuerda que Ciutat Vella es el distrito barcelonés en el que se cometen más delitos y destaca la importancia de que los policías estén bien protegidos, así como sus vehículos personales, que han sido vandalizados por delincuentes en varias ocasiones.

Un coche de un policía de la comisaría de Ciutat Vella vandalizado tras un robo CEDIDA

Ambos sindicatos han detectado un aumento de la delincuencia como fruto de las deficiencias de la comisaría de la calle de Tàpies. No obstante, el consistorio municipal reitera que la instalación de las ocho cámaras de seguridad en las inmediaciones de la Unidad Territorial, nada tiene que ver con los conflictos de este espacio. "La justificación que se ha enviado a la comisión de la videovigilancia --que es la que nos autoriza a la instalación de cámaras-- no dice nada de los hechos delictivos de la comisaría", remarca el Ayuntamiento a este digital. 

'MÁS VALE TARDE QUE NUNCA'

La UGT insiste en que detectaron el problema antes del traslado y valora positivamente su instalación: "Más vale tarde que nunca", dicen en un comunicado difundido por redes sociales. No obstante, Casas asegura hay otros espacios de Barcelona que también tendrían que estar vídeovigilados, en concreto aquellos donde haya más afluencia de gente, las calles con más criminalidad, las entradas y salidas de la ciudad y las zonas de baja luminosidad. 

Las citadas fuentes explican que la próxima petición que harán al Ayuntamiento es que instalen cámaras con sensores de sonido, ya que automáticamente avisan a la central, algo que mejoraría notablemente la seguridad en la ciudad, sobre todo en plazas y zonas de botellones. 

MEJORAS PARA LOS GUARDIAS URBANOS DE BARCELONA

Desde SIP-FEPOL, hace años que piden mejoras para las comisarías de la Guardia Urbana de Barcelona. Alertaron de los conflictos que se generarían en la nueva Unidad Territorial de Ciutat Vella y el tiempo les ha acabado dando la razón. "El Ayuntamiento solo nos hace caso cuando denunciamos. Es un desgaste muy grande, hacen las cosas mal y luego lo tienen que volver a rehacer por no habernos escuchado", decía Jordi Rodríguez Lima antiguo portavoz del sindicato en unas declaraciones a Metrópoli tras la inauguración de la comisaría.