Indignación vecinal por el regreso del mercadillo ilegal de bicicletas robadas en el Raval. Tal como avanzó Metrópoli, los toxicómanos habían montado un negocio clandestino que consistía en la compraventa de bicis adquiridas ilegalmente. Tras la publicación del artículo, la Guardia Urbana desalojó el mercadillo, pero tras cuatro meses de tranquilidad, han vuelto.
Se han instalado en el Arc de Sant Agustí, una de las calles más conflictivas del Raval. Tal como relata Damián --con un nombre anónimo-- en ese mercadillo también se vende drogas y es un punto de encuentro de toxicómanos y personas sin hogar. Según las fuentes vecinales consultadas, el foco del problema está en la parroquia de esa calle, ya que las monjas dan comida a los drogodependientes y estos se quedan en la zona, donde provocan varios problemas de civismo.
Los ladrones del mercadillo saben cómo actuar sin tener consecuencias legales. Todas las bicicletas tienen una serie de dígitos para identificarlas, pero sus dueños raras veces lo saben. Por lo tanto, en caso de que les roben la bici, no pueden presentar la denuncia, ya que les falta el código. Precisamente por este motivo, a pesar de que la Guardia Urbana tenga sospechas de que son robadas, no pueden detener a los autores.
Un hombre apuñalado
Este viernes de madrugada, uno de los sintecho habitual en la zona ha recibido una puñalada en el glúteo por parte de otras personas sin hogar. Los vecinos lamentan que este tipo de sucesos no son aislados y que, en el Arc de Sant Agustí, son el pan de cada día.