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La crisis de los pequeños comercios deja, en ocasiones, estampas que indignan a la ciudadanía. Cuando uno de estos negocios cierra, suele dejar atrás una pequeña comunidad huérfana del servicio que prestaban. Más indignación causa cuando la pérdida de un pequeño local cultural, como es una librería, se suple con la apertura de un comercio orientado al turismo y al consumo de drogas.

Esto es lo que ha ocurrido con la librería Stock Llibres, un negocio que cerró el pasado mayo tras 35 años en el barrio de Gòtic. Ahora, el local se ha convertido en una grow shop, o lo que es lo mismo, un local de venta de productos relacionados con la plantación o consumo de marihuana.

Indignación en redes

La venta de esta sustancia es estrictamente ilegal. Este tipo de negocios, cuya presencia ha crecido de manera exponencial durante los últimos en el centro de la ciudad --donde es más común la presencia de turistas--, venden pipas, semillas, aceites y otra suerte de productos que sí son legales.

La librería Stock Llibres INSTAGRAM

El cambio ha generado indignación entre los ciudadanos de la capital catalana en redes sociales. Lo denuncia el usuario @q_u_i_m a través de su cuenta de Twitter.

Más de 30 años en el barrio

La librería Stock Llibres se conformó como uno de los pocos negocios de venta de libros de segunda mano en el centro de la ciudad. A la vez que ejercía de negocio de transmisión cultural, ofrecía una alternativa más barata para aquellos que no podían gastar tanto en un libro.

Desde 1993, regentó el negocio el mismo dueño, Francesc Castel, quien tuvo que renunciar después de la pandemia y poner el local en liquidación tras no poder frente a los pagos del alquiler del número 29 de la calle de Comtal.