
La calle Gremi dels Calderers de Barcelona
El edificio del centro de Barcelona que esconde un patio histórico: famoso por su escalera y sus arcos góticos
Tras la puerta de entrada a un edificio de viviendas rehabilitado, se esconde la escalera que lleva directa al corazón medieval de la antigua sede del Gremio de Carders
"No es ni será nunca Barcelona": el barrio con alma propia que conserva un bar centenario único
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Domingo de primavera y “Comerç al Carrer” en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. Ambiente familiar y festivo. Y, entre el ir y venir de gente, sentado en la única mesita exterior de un bar ubicado en los bajos de un antiguo edificio, un hombre con sombrero y vestimenta llamativa disfruta tranquilamente de su vermut, ajeno a las miradas que despierta, entre los siglos de historia que le rodean.
Es solo una escena matinal en la calle de Carders, un nombre que nos transporta a un pasado medieval ligado a los oficios artesanales, concretamente al gremio de cardadores, los artesanos que fabricaban las cardas, herramientas esenciales para trabajar la lana.
Este gremio, aunque reducido, tuvo su importancia histórica: constituido formalmente en 1372 y reorganizado en los siglos XVI y XVII, eligió como patrón a Sant Eloi. ¿Que por qué os cuento esto ahora?
Pues porque aquí, en los números 45, 47 y 49, donde hoy se ubica ese bar y otras viviendas, se encontraba la antigua sede de este gremio.

Fachada de los edificios de la calle Gremi dels Calderers de Barcelona
La planta baja del 45
Así lo recuerda una placa colocada en la fachada. Aunque los edificios actuales muestran diversas capas históricas, los vestigios más significativos de esa época medieval se concentran en la planta baja del número 45.
Un poco más allá de donde aquel hombre apuraba su vermut, se pueden ver los portales con dintel recto y un elemento arquitectónico de gran valor oculto tras la fachada: un patio interior que conserva una escalera sostenida por una singular arcada rampante.
Este patio, considerado de estilo gótico según estudios realizados durante su rehabilitación, es el corazón histórico del conjunto.
Un número de calle con varias vidas
Sin embargo, la historia del edificio principal, el número 45, no termina con el gremio. A partir de la primera mitad del siglo XVIII, tras la demolición de su ubicación original cerca del Born para construir la Ciutadella, se estableció aquí el Hostal del Alba.
Durante los siglos XVIII y XIX, este hostal fue un establecimiento conocido, que pasó por diversas manos y experimentó ampliaciones y reformas significativas, como las impulsadas por los arquitectos Josep Ribes i Margarit y Josep Ribes i Aimar, o las posteriores bajo la propiedad de la familia Tresserras y otros.
Incluso cambió de nombre temporalmente, fusionándose con el vecino Hostal Collblanc para llamarse Hostal de l'Alba i Collblanc a mediados del siglo XIX. Y más tarde, a principios del XX, Hostal Siglo XIX.
Una rehabilitación que da cabida al recuerdo
Tras años en desuso, el conjunto de los edificios 45, 47 y 49 fue objeto de una profunda rehabilitación a principios del siglo XXI. Un estudio histórico y arqueológico previo guio los trabajos de consolidación, que incluyeron el vaciado selectivo para definir un nuevo gran patio interior y la recuperación e integración de elementos descubiertos como arcos, puertas y ventanas antiguas.
¿El resultado? 25 viviendas rehabilitadas, a las que se accede precisamente a través del histórico patio medieval/gótico del número 45. Un rincón donde la vida moderna y los ecos del pasado conviven a la vista de quien sepa mirar más allá de la fachada.