“Desde el Ayuntamiento consideramos que la propuesta de Airbnb es una tomadura de pelo”. Así de contundente ha sido el regidor responsable de Turismo, Agustí Colom, respecto al anuncio que ha hecho la plataforma horas antes. “No se puede publicitar ningún piso turístico si no tiene su correspondiente número RTC”, les ha recordado.
La misión del Ayuntamiento es que todos los pisos que se publiciten en las plataformas virtuales les acompañe su correspondiente número de licencia. De hecho, según el consistorio el 60% de los anuncios no están acompañados de este código, por lo que presupone que se tratan de alojamientos ilegales. Colom además les ha advertido que “si reinciden, tendrán que pagar los incrementos en las multas correspondientes”. El Ayuntameinto ya ha sancionado en más de una ocasión a la compañía.
Para Colom, se trata de “un principio básico irrenunciable” para el equipo de gobierno. “Nunca podremos aceptar procedimientos ilegales en materia de turismo”, ha resaltado. "Todos" se han de ceñir a la legalidad como “cualquier otro negocio”, recordaba. “Esperábamos que desde Airbnb anunciaran una propuesta más novedosa y en la línea que se le había planteado, tal como han ido haciendo otras plataformas”, criticaba. Según el regidor, de las 12 plataformas a las que se les enviaron una carta informándoles que debían cesar sus anuncios ilegales, 7 cumplieron y las restantes han ido haciendo movimientos en dicha línea.
Pero... ¿Todas? No. Airbnb es la única empresa que no ha cumplido con los requerimientos legales. Sobre la cuestión de “limitar” los alojamientos turísticos a uno por usuario en el caso de Ciutat Vella que ofrecía la plataforma, Colom ha recordado que la normativa es de ciudad y no atañe solo a un distrito. Además, ha resaltado que 25% de los pisos turísticos ilegales se encuentran en Ciutat Vella, pero que hasta un 33% de estos se localizan a lo largo y ancho de l'Eixample.
Respecto a la posible recaudación de la tasa turística vía web, Colom ha rogado a la Generalitat, institución que posee la competencia en la materia, que no ceda ante la oferta hasta que cumpla con toda la legalidad. “Se trataría de una competencia desleal”, concluía. Según el último estudio encargado por el Ayuntamiento de Barcelona, en la ciudad condal hay hasta 6.275 pisos turísticos ilegales.