La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha reunido este martes con los representantes del tejido económico y social de la ciudad, los cuales le han mostrado su preocupación por la caída del negocio, que relacionan con la situación político-social de Catalunya.

El turismo ha caído entre un 30 y un 40% en Barcelona, aunque no son los únicos sectores afectados por la incertidumbre política catalana. La venta de vehículos también se ha relantizado y ha disminuido el consumo en general.

"La inseguridad es lo que más nos inquieta y no parece que tenga fecha de caducidad", ha declarado a la salida de la reunión el presidente del gremio de vendedores de vehículos de motor, Miquel Donnay.

También ha mostrado su preocupación Joan Carles Calvet, presidente de Comertia, que engloba a marcas de referencia de origen familiar y local, quien ha destacado que "la economía se resiente" del clima de incertidumbre y ha pedido a Ada Colau que "exija diálogo" para evitar "una prolongación" del actual clima político.

LAS MANIFESTACIONES AFECTAN AL COMERCIO

Los negocios del centro de Barcelona están especialmente afectados por el clima de tensión dado que han empezado a notar una menor frecuencia de consumidores debido a la consecución de manifestaciones y concentraciones, según ha asegurado Calvet.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona ha transmitido un mensaje opuesto al salir de la reunión, pidiendo "poner en valor los datos económicos positivos" y "combatir el alarmismo" a los agentes económicos y sociales de la ciudad, a los que Colau ha querido trasmitir "un mensaje de confianza" ante la tensión y la incertidumbre que genera el conflicto político en Catalunya.

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