La cuenca mediterránea está viviendo la peor sequía de los últimos 50 años. Ante la posibilidad de que la situación se agrave en los próximos meses, Aigües de Barcelona está preparada para poner a pleno rendimiento la planta regeneradora de agua de que dispone en el Prat de Llobregat, justo al lado del delta del Llobregat, que permitirá el tratamiento y la regeneración de 310 millones de litros de agua diariamente.

La alerta de presequía, motivada por la falta de lluvia y por la situación de los pantanos catalanes, que apenas contienen un 46 % de agua de toda su capacidad, podría obligar a tomar medidas de restricción de consumo de agua si la situación se agrava. Es por eso que Aigües de Barcelona considera que las administraciones públicas de las que depende la gestión del agua, la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y la Agència de Salut Pública deberían dar su visto bueno para que la planta regenadora pudiera empezar a trabajar a pleno rendimiento.

“Esta planta regeneradora, que es una de las mas modernas del mundo”, afirma Javier Santos, jefe de planta de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de El Prat, “puede tratar 300 millones de litros de agua al día. Ese agua, tras pasar por todos los filtros y tratamientos que tenemos aquí, se enviaría a la estación de Molins de Rei, desde donde se vertiría al río Llobregat y llegaría a la planta potabilizadora de Sant Joan Despí. Una vez potabilizada, saldría apta para el consumo humano”.

Instalaciones de Aigües de Barcelona en El Prat / CR



AUTORIZACIÓN

Para poder poner en marcha este sistema, “solo necesitamos la autorización de las administraciones”, señala Santos. “Tenemos las instalaciones, que las hicimos en 2007, la experiencia y la tecnología para hacerlo. En cuanto nos den el visto bueno, podemos hacerlo. Ahora mismo, la planta trabaja al 1 % de su capacidad y las aguas que regeneramos las enviamos a Molins del Rei y también la usamos para evitar que los acuíferos de Barcelona se vean afectados por la salinidad del agua del mar”.

Actualmente la planta regeneradora está “funcionando al ralentí, ya que apenas tratamos unos 60 millones de litros al mes, pero para que esté a pleno rendimiento solo nos harían falta unos cuatro o cinco meses y una pequeña inversión económica”, asegura Santos

Según Santos, los costes del sistema de regeneración del agua que se utilizan en la planta, similar a otra que también funciona en California, “son de apenas 14 céntimos por cada 1.000 litros de agua, cantidad que es cuatro veces inferior al coste de la desanilización del agua del mar”.

Javier Santos también considera que con este sistema se evitaría entrar en etapas de restricciones de agua para el consumo humano. “Tenemos que tener en cuenta que aquí hacemos un consumo muy responsable del agua y que estamos muy por debajo de la media europea. Por lo tanto, no se deben pedir nuevos esfuerzos a los ciudadanos”.

En la actualidad, la planta envía agua a Molins de Rei, agua que ha pasado por lo que se denomina proceso tercierio, en el que se eliminan desde bacterias hasta virus y glóbulos rojos, y también a los acuíferos de Barcelona, aunque en este caso el agua ha pasado el llamado proceso cuaternario, en el cual se eliminan también las sales y los azucares.

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