Soplan buenos vientos para el Port de Barcelona si hacemos caso de los números hechos públicos al otro lado del mundo, con motivo de la celebración del Seatrade Cruise Global. Allí, en Fort Lauderdale (Florida), se ha informado de que el Port reforzó el año pasado su liderazgo en cruceros, que este año está previsto que reciba 800 escalas y que será el puerto base de las naves más modernas que navegan por el Mediterráneo.
El ejercicio del 2017 arroja un balance de 2,71 millones de cruceristas (+1,1% respecto a 2016) y 778 escalas, lo que supone su mejor registro histórico. Destaca el crecimiento del 13% experimentado durante los meses de invierno (enero, febrero, marzo, noviembre y diciembre), un incremento que se ha multiplicado durante los dos primeros meses de 2018, fruto de la estrategia del Port por la 'desestacionalización' de esta actividad. Así, en enero y febrero el volumen de cruceristas ha aumentado un 51%.
Para este año, el Port de Barcelona tiene previsto recibir un total de 800 escalas. Respecto al año pasado, es previsible que se produzca un ligero incremento de los pasajeros, que estará determinado por el nivel de ocupación de los cruceros.
MENOS ES MÁS
Los que llegan en crucero suponen sólo el 8% del total de turistas que recibe anualmente Barcelona. Sin embargo, generan el 20% del gasto total, con un impacto en la economía de más de 1.000 millones de euros anuales. Estos resultados se deben, en gran medida, al hecho de que más de la mitad de los cruceristas inician y finalizan su viaje en Barcelona.
El estudio explica que la facturación total generada en Catalunya por los cruceristas del Port de Barcelona fue de 518 millones de euros en el año 2016 (un 20% más que en 2014). Si se tiene en cuenta que del 2011 al 2016 el crecimiento del número de visitantes en barco ha sido inferior al 1% anual, se observa que, manteniendo el volumen de cruceristas prácticamente estable, la aportación económica ha aumentado sustancialmente.
CAMBIOS EN LAS TERMINALES
La apuesta de la industria crucerística por Barcelona se hace patente con las inversiones que se están realizando en nuevas instalaciones y en el volumen de escalas que un total de 35 navieras realizarán durante el año 2018. Así, este 2018 está previsto que el Port reciba una decena de navíos que realizarán su primera escala en la ciudad. De entre ellos, cinco son naves de última generación y, en concreto, el 'Symphony of the Seas', de la Royal Caribbean, es la más innovadora y avanzada tecnológicamente de su flota.
El primer grupo crucerístico del mundo, Carnival Corporation, inaugurará esta primavera la nueva Terminal E, de 12.000 metros cuadrados, una de las terminales de cruceros más grandes de Europa. Por su parte, el Port de Barcelona está realizando la urbanización del entorno de la terminal, de 45.000 metros cuadrados, y una inversión de 2,9 millones de euros.
El proyecto global en el Port contempla la eliminación progresiva de la actividad crucerística de las terminales Norte y Sur, las más cercanas a la ciudad, y la concentración de todas las operaciones de cruceros en el muelle Adosado. Este muelle, que dispone actualmente de 5 terminales (contando con la Terminal E), podrá acoger hasta 7 navíos en una misma línea de muelle.
SOSTENIBILIDAD E INNOVACIÓN
La sostenibilidad es otro de los elementos diferenciales de Barcelona en el ámbito de los cruceros. El Port está llevando a cabo iniciativas concretas destinadas a facilitar un crecimiento sostenible del sector, tanto con medidas medioambientales, incluidas en su Plan de Mejora de la Calidad del Aire, como impulsando una gestión eficiente de la movilidad de los cruceristas.
Así, el Port está realizando una firme apuesta por el uso del gas natural licuado (GNL) como combustible limpio. Esta estrategia está en línea con el compromiso medioambiental demostrado por la propia industria naviera, que ya ha anunciado la construcción de 13 cruceros propulsados por este combustible alternativo.