MSC cruceros apuesta claramente por Barcelona como uno de sus puertos claves. Mientras negocia con las autoridades la construcción de un muelle privado en la capital catalana, ha desembarcado este viernes en la ciudad con su último y más moderno barco, el Meraviglia.
El Meraviglia tendrá en Barcelona su puerto base, como también lo tendrán los dos próximos cruceros de la compañía, todavía en construcción. Esto supone que será el principal puerto dentro del Mediterráneo y desde donde embarcarán la mayoría de turistas americanos o asiáticos que pretendan disfrutar del viaje.
El barco, toda una joya de la arquitectura náutica con capacidad para 5.700 personas y más de 1.500 miembros de la tripulación, cuenta con varias piscinas al aire libre y una cubierta, un parque acuático, un casino, restaurantes temáticos, gimnasio, pista de fútbol, simuladores de Fórmula 1 y hasta preparan a bordo la mozzarella que sirven a los comensales.
Uno de los principales atractivos que ofrece el Meraviglia es la oferta cultural. Además del teatro principal, disponen de una sala ideada por Circ du Soleil, que ha costado 45 millones de euros, donde la compañía canadiense realiza dos representaciones a la semana.
REDUCCIÓN DE EMISIONES
La compañía, que botará un barco al año hasta 2026 (con la excepción de 2023), ha apostado por la reducción de las emisiones y en 2022 dispondrá del primer crucero con impacto 0, según ha anunciado el director de marketing de MSC Cruceros, Luigi Surace.
En este sentido, Surace ha señalado que si el Ayuntamiento de Barcelona endureciera las medidas medioambientales respecto a los cruceros no supondría un problema para su compañía porque trabajan en esa dirección.
Respecto al proyecto de construcción de un muelle privado en la ciudad, MSC cruceros cree “que no tendremos problemas, pero no es una decisión que dependa de nosotros”, ha indicado Luigi Surace, quien ha señalado que no puede avanzar información sobre las negociaciones con las autoridades, pero que prevén invertir unos 50 millones de euros y que les gustaría inaugurar el muelle, que contará con un “diseño emblemático”, en 2020.
Surace ha definido al turista que llega a Barcelona con los cruceros de su compañía como un “turista sano”, en el sentido de que interesa a la ciudad por su alto poder adquisitivo. Sobre la polémica con la gentrificación de la ciudad por el crecimiento exponencial del número de visitantes, ha recomendado compararse con Miami, una ciudad que, según los datos que ha aportado, recibe el triple de cruceristas que Barcelona, teniendo una tercera parte de habitantes.