Para mitigar los efectos que la pobreza energética puedea tener sobre los sectores más desfavorecidos de la sociedad, la Fundación Gas Natural Fenosa ha puesto en marcha, en el marco de su Plan de Vulnerabilidad, una nueva vía de actuación: un programa de voluntariado corporativo, orientado al colectivo más vulnerable.
Se trata de un proyecto que se desarrolla en colaboración con entidades sociales (como Cruz Roja Española) y que incluye el asesoramiento por parte de empleados voluntarios de la compañía energética, quienes destinan parte de su tiempo a la atención de personas vulnerables en busca de la mejor solución para cada situación particular. de la mejor solución para cada situación particular.
“La compañía ya disponía de voluntariados en temas sociales y medioambientales, pero con el voluntariado energético se ha abierto un nuevo ámbito de actuación”, explica Martí Solà, director general de la Fundación Gas Natural Fenosa. “El objetivo del voluntariado energético es colaborar con las entidades del tercer sector que atienden directamente a personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad. Desde la Fundación podemos dar soporte y solución a todos los temas relacionados con la energía. Nuestra finalidad es atender y gestionar las peticiones de clientes vulnerables para que puedan solucionar sus dudas y preocupaciones lo más rápido posible”.
El voluntariado energético de la compañía energética busca trabajar en toda España con entidades del llamado Tercer Sector y que dispongan de proyectos o iniciativas relacionadas con la pobreza energética. Estas entidades conocen el día a día y la realidad de las familias, con lo que pueden puede facilitar su ayuda. En concreto, con Cruz Roja, los voluntarios de la compañía forman equipo con un voluntario de Cruz Roja para formar una Brigada Energética, que tendrá a su cargo una familia vulnerable a la que asesoran para ser más eficiente en el uso de la energía.
También con Cruz Roja, se ha desarrollado el proyecto de Asesoría Energética en Hogares, el primer proyecto de Voluntariado Energético con el que se quiere informar y asesorar a familias vulnerables.
CÓMO EMPEZÓ TODO
Hay que tener muy presente que, según el III Estudio de pobreza energética de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), 5,1 millones de personas en España (el 11% de los hogares), son incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno.
El voluntariado energético de la Fundación Gas Natural Fenosa comenzó el año pasado con un proyecto piloto en el que participaron una decena de voluntarios, con un resultado muy satisfactorio. Comenzó en Cataluña, Madrid y Galicia y este año pretende aumentar su actividad en otras comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha, etc.).
“Cualquier empleado de Gas Natural Fenosa puede ser voluntario. Los voluntarios no necesitan tener conocimientos previos sobre facturación o eficiencia energética, sino que asisten previamente a la Escuela de Energía de la Fundación Gas Natural Fenosa, donde se les proporcionan conocimientos específicos de facturación, eficiencia energética o vulnerabilidad. Además, también tienen a su disposición un manual del voluntariado energético”, asegura Solà.
HABLAN LOS VOLUNTARIOS
“Empatizo mucho con la gente, y el voluntariado me ha dado la oportunidad de aplicar todo mi conocimiento sobre el sector energético para ayudar directamente a que estas familias ahorren”, dice Victoria Sánchez, una de las voluntarias.
“Cuando acudimos a las entidades sociales, les asesoramos en materia energética. Revisamos el caso de las familias, les ayudamos a interpretar las facturas, les explicamos las diferentes posibilidades de contratación y facturación con el objetivo de que la gente llegue a ser autónoma y que pueda comprender qué está pagando, los tipos de tarifa y qué posibilidades tiene”, apunta, por su parte, Ramón Rubio.
Los empleados de la compañía gestionan su propio tiempo de dedicación al voluntariado y, si fuera necesario, la compañía facilita doce horas laborales al año para este proyecto. Además de los empleados de la compañía, el proyecto de voluntariado comprende también la participación de jubilados ex trabajadores de la empresa.
Para Yolanda Ávila, “cuando te explican la situación económica de las familias, te das cuenta de que hay muchas personas que se encuentran en una situación precaria y de que realmente estás ayudándolas con tu colaboración, que todo tu trabajo sirve para algo”.
Los voluntarios energéticos acuden a las entidades sociales y se reúnen con los trabajadores sociales para conocer de primera mano el caso de familias vulnerables; saber qué les preocupa en su factura. La gente acude a estas entidades con facturas que no pueden pagar, pero no saben qué hacer. Lo que hacen los voluntarios es llevarse las facturas y tramitarlas con el 'back office' -un equipo de 60 personas que la compañía ha creado para atender y hacer seguimiento de los clientes vulnerables- y le devuelven a las entidades las mejores soluciones para cada caso. Son un enlace, por así decirlo, entre los clientes vulnerables de las entidades sociales y el personal de la compañía que puede ayudarlos.
“Tengo una compañera, que asistió a una charla sobre el voluntariado, y me llamó muy emocionada para apuntarse porque quería ayudar a los demás y, también, porque le iba a ayudar mucho en su trabajo para entender la situación de las familias con las que trabajaba día a día”, comenta Carmen Mateos. “El apoyo que las familias reciben en las entidades sociales es una ayuda integral en muchas vertientes, y nosotros aportamos nuestro granito de arena a nivel energético. Creo realmente que estamos ayudando a la gente”
“Como voluntaria, ir a las entidades sociales, conocer las realidades de las familias y saber que les estás ayudando, llena mucho”, añade Ana Martínez. Por su lado, Daniel Martínez advierte: “Debemos ser conscientes de que hay familias con unas necesidades especiales, a las que tenemos que intentar ayudar dándoles facilidades y posibilidades para que puedan afrontar los recibos”.