La comida italiana es como la cocina francesa, o como la gastronomía española: imbatible. Hablamos de comida, o sea, de materia prima, de contenido y no de continente -aunque en esto los italianos también son unos fuera de serie. Italia y su comida, con todos sus sabores, están estos días muy bien representados en Alimentaria por un gran números de empresas, productores y hasta cocineros, que día a día se prodigan ante los asistentes exhibiendo su sapiencia y utilizando siempre materia italiana.
“Yo trabajaba como representante de productos italianos en Barcelona. Un día pensé que podría hacerlo al revés: ir a Italia a comercializar productos españoles. Tuve que dejarlo a los dos años y regresar otra vez aquí para volver a hacer lo de antes”, nos explica María -nombre ficticio-, que se encarga de traer productos de Italia a Barcelona.
-¿Es que no es bueno el producto español, no se aprecia allí la comida española?
-En Italia existe este dicho: no pretendas venderle a un esquimal pescado congelado...
Capto el mensaje y sigo preguntando.
“El producto de alimentación italiano es reconocido internacionalmente como de primerísima calidad, y eso le hace ser muy valorado en todo el mundo”, prosigue nuestra interlocutora. “Esto ha sido posible porque, desde hace siglos, en diferentes poblaciones, en las veinte diferentes regiones que conforman Italia, se ha desarrollado una industria alimentaria artesanal, no necesariamente de grandes grupos, que siguen trabajando sus productos con arte y adaptándose a los tiempos. Eso no ha sucedido, por ejemplo, en España, donde los grandes tiburones se han comido a los pequeños, y donde muchas tierras han sido mayormente de pocas personas".
Me parece una interesante explicación, sobre todo porque nos ponemos a hablar de la pasta, de los quesos, de los embutidos, de las pizzas, del vino, del aceite... y, desde luego, resulta que nada malo se puede decir de la comida italiana. ¡Ni siquiera puedes vanagloriarte del jamón ibérico!. “El prosciutto de Parma es exquisito”, me responde Luca. “No quiero decir que el ibérico no sea bueno, sencillamente es diferente. Todo, hasta el cerdo. El proceso de elaboración es también distinto, y eso el paladar italano lo nota. El ibérico se basa mucho en el proceso de la sal”.
SABORES DE ITALIA
Cambiamos de ubicación, pero seguimos en la línea italiana. Tras visitar diferentes stands de aroma transalpino, acudimos a la llamada luminosa de Sabores de Italia. Se trata de una empresa especializada en la importación y distribución de alimentos y vinos italianos de calidad en España. Cuenta con una amplia selección de más de 800 productos pertenecientes a once 'famiglias' distintas: quesos, embutidos, pastas frescas, pastas secas, harinas, salsas y conservas, setas y trufas, aceites y vinagres, galletas y dulces, cervezas, vinos y licores.
“Nuestro compromiso es ofrecer los más auténticos ingredientes de la gastronomía italiana. Para lograrlo, hemos seleccionado nuestros productos en base a elevados estándares de calidad, basándonos en la tradición italiana y eligiendo lo mejor de cada región”, nos explican. “Somos pioneros en el sector y nuestra ambición es la de seguir innovando en las últimas tendencias culinarias, gracias a lo cual hemos logrado ser una referencia para multitud de chefs y pizzeros”.
“El proceso de importación se lleva a cabo con camiones propios refrigerados y está supervisado en todo momento por personal especializado, optimizando al máximo los tiempos de entrega y garantizando el mejor servicio de importación semanal”, añaden. “Lo hacemos especialmente con los quesos frescos artesanales, tales como el fior di latte, la mozzarella de búfala, la burrata y muchas otras delicias italianas”.
Mientras nos lo explican, en las diferentes cocinas que acoge el macroestand se suceden lecciones de cocina a cargo de reputados 'chefs' -de blanco impoluto, hasta el gorro- que a lo mejor no tienen tantas estrellas Michelín como otros más famosos, aunque no se las negaríamos sólo con oler lo que están cocinando. Huele que alimenta. Y todo con productos traídos ex profeso desde la bella Italia que, de verdad, le roban a uno el estómago.
UN PORTAVENTURA DE LA ALIMENTACION
Está tocando a Bolonia y lo inauguraron el pasado 14 de noviembre. Se llama FICO (de la palabra magnífico) y se postula como 'el parque de los saberes y de los sabores más buenos de Italia'.
Que se sepa, es el primer parque temático de la alimentación que existe en el mundo; es decir, como PortAventura pero con áreas dedicadas a la alimentación (y a la bebida) en todas sus facetas: productos, elaboración, industria, consumo, etc. En apenas medio año ha pasado ya un millón de visitantes, que han generado 18 millones de euros de facturación. Lo mejor de todo es que no hay que pagar entrada alguna, sino que entras y vas donde te apetece en los diferentes restaurantes que sirven diferentes tipos de comida -eso sí se paga, claro- para experimentar lo mejor de la mejor comida italiana.
¿No se plantea alguien hacer algo parecido en Barcelona?