A partir de este viernes, los turistas deberán entrar al mercado de Santa Caterina en grupos, en fila y ordenadamente. Así lo ha anunciado el consistorio de Ada Colau que no quiere permitir que el mercado del Gòtic se convierta en una segunda Boqueria abarrotada de guiris. Esta medida se aplicará los fines de semana durante la temporada de verano –del 1 de abril al 30 de octubre– y ha sido consensuada con los paradistas y con guías turísticos habituales del mercado que no podrán acceder con grupos de 15 personas o más.
Durante la rueda de prensa de este martes, el concejal de Mercados, Agustí Colom, y la edil del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, han detallado que el personal de seguridad obligará a abandonar el espacio a pequeños grupos y a personas que obstaculicen la compra normal de los clientes. Tampoco serán bienvenidos aquellos que toquen los productos, consuman alimentos o bebidas fuera de las zonas habilitadas y generen ruido incómodo. Todos ellos, fuera.
LOS TURISTAS DIFICULTAN LA COMPRA DE LOS CLIENTES, SEGÚN ELLOS
El vicepresidente de la Asociación de Paradistas del mercado, David Barroso, ha resaltado que los grupos turísticos van a pasear por el mercado y los más numerosos dificultan la compra a los clientes, sobre todo después de que se prohibiera su entrada en el mercado de la Boqueria.
Por su parte, Colom ha defendido que en el caso de la Boqueria se ha trabajado "a remolque de la situación", mientras que en Santa Caterina quieren avanzarse a ella y prevenirla. Estas medidas, según ha desvelado, podrían aplicarse a otros mercados de interés turístico. Por ejemplo, sin ir más lejos, el recién abierto mercado de Sant Antoni.
La concejal de Ciutat Vella ha explicado que se trata de una medida "preventiva" y que responde a una preocupación vecinal y de algunos paradistas, con la intención de poder preservar el espacio como un mercado municipal y un servicio público “para vender y comprar producto fresco y de calidad".