La cadena Textura pisa el acelerador. La firma está especializada en ropa de cama y hogar. Dispone actualmente de un centenar de tiendas, 20 de las cuales son franquicias. La red está muy concentrada en Cataluña, donde nació a finales de los años setenta.
Por ello, sus gestores prevén que el crecimiento se realice sobre todo en el resto de España. Los planes apuntan a poner en servicio hasta una decena de tiendas al año.
Ascensión
Los rasgos diferenciales de la casa consisten en elaborar productos de marca y diseño propios, con una buena relación calidad-precio.
El año pasado, el negocio textil de hogar no creció en España y se mantuvo estancado.
Pese a ello, Textura sí avanzó, gracias a los nuevos establecimientos inaugurados. También subieron a fuerte ritmo las ventas por internet, con un alza del 24%. Su web es atendida por un equipo de especialistas, con un servicio logístico externalizado. También mejoró un 14% el negocio del outlet.
Los márgenes de Textura fueron más remuneradores, por la nueva política comercial implantada.
Más tiendas y plantilla
Pese al aumento de la cifra de negocio, la cuenta de resultados volvió a arrojar pérdidas. Éstas se explican por dos factores. Uno, el gasto extra que entrañó la puesta en marcha de las tiendas y su correspondiente dotación de empleados, que creció en 28 personas. Otro, los mayores desembolsos en publicidad y asesores. La tabla anexa muestra la evolución del giro y los resultados en los últimos años.
Año | Ventas | Resultado |
2018 | 22,8 | -0,68 |
2017 | 20,9 | 0,5 |
2016 | 20,9 | 0,87 |
2015 | 20,7 | 1 |
2014 | 19,1 | 2,4 |
2013 | 19 | -0,347 |
2012 | 18,8 | -1,7 |
2011 | 19,5 | -0,469 |
2010 | 17,6 | -1,7 |
2009 | 19 | -1,4 |
2008 | 22,1 | 0,109 |
2007 | 20,4 | 0,45 |
Textura se constituyó en 1979 por impulso de Isabel Criado y Carlos Manchón. En 2005, poco antes de que estallara la crisis, los dos fundadores propinaron un pelotazo y vendieron la compañía por 18 millones. Fueron compradores varios fondos de capital riesgo controlados por los bancos BBVA y EBN.
Como ocurre habitualmente en operaciones de ese género, los nuevos dueños pretendían impulsar la red comercial, engordar la empresa para hacerla más apetitosa, y al cabo de un tiempo prudencial, dar el pase a un tercero.
Pero sobrevino el desplome inmobiliario y el país entró en una feroz crisis de consumo, de la que Textura no pudo escapar.
Refinanciación
Entre 2009 y 2013 encadenó cinco ejercicios consecutivos de pérdidas, que llegaron a sumar casi 6 millones de euros. La empresa hubo de refinanciar sus deudas dos veces.
Más tarde, Textura se recuperó y en el verano de 2017, los bancos vieron la oportunidad de soltar el petardazo. Traspasaron el 100% de la empresa, por unos 12 millones, a la sociedad Growth Telas, que está controlada por varios grupos inversores.
Nuevos gestores
Las entidades no recuperaron ni de lejos el dinero que habían pagado en su día. A él deben añadirse los recursos aportados en las sucesivas ampliaciones de capital que tuvieron que acometer.
El equipo directivo que ha tomado el control tiene de presidente a Domingo Jorge Santana González. Es vicepresidenta ejecutiva Susana Quiñones Rodríguez. Son vocales Gregorio Carrillo Lostao, Pedro Leg Moreno, Daniel Gómez García, Susana del Castillo Bello y María López Díaz.
Growth Telas inyectó el pasado mes de junio 750.000 euros a Textura para enjugar las pérdidas sufridas en 2018. La sede central de la sociedad radica en la calle Córcega, de Barcelona, entre Rambla de Cataluña y Balmes.