Parece ser que el discurso de Gala Pin ha adoptado el mismo adjetivo que su gestión al frente del distrito de Ciutat Vella: insultante. Después de llevar años siendo incapaz de gestionar las problemáticas de suciedad, ruido, inseguridad y la consolidada presencia de narcopisos, ahora ha decidido cargar contra los turistas que llegan a Barcelona por mar.
PLAGA DE LANGOSTAS
Pin ha abogado por suprimir el turismo de cruceros. ¿Con argumentos y buenas formas? No, la concejal ha preferido llamar “plaga de langostas” a los visitantes que acceden a la Ciudad Condal en barco, en una entrevista para el Diari Ara.
Bajo el criterio de la también vicepresidenta del Instituto de Cultura de Barcelona, estos turistas “devoran el espacio público y se van”, olvidando así no solo los beneficios económicos que aporta a la ciudad, sino despreciando a todas aquellas personas que quieren disfrutar de la ciudad y optan por llegar hasta capital catalana en crucero.
867 CRUCEROS
El pasado año se registraron en Barcelona unas 867 escalas de cruceros, lo que representa la llegada de miles de personas con este medio de transporte. La previsión para 2019 es incluso algo superior, con la esperada presencia de unos 1000 navíos en la ciudad.
Entre todos estos barcos, se contará con la presencia de algunos de carácter temático, hecho que facilitará la llegada de más turistas a la capital catalana además de aquellos que ya eligen de manera directa Barcelona como destino o punto donde hacer escala.
Mientras estos visitantes disfrutan de la ciudad, así como comerciantes y servicios de la correspondiente inyección económica que eso supone, todo apunta a que Gala Pin pasará el año contando "langostas" en el Puerto de Barcelona.