La dirección de Nissan y los sindicatos han roto la negociación del plan de recortes que tenía como objetivo salvar la planta de la Zona Franca de Barcelona. Fuentes sindicales aseguran que los sindicatos ratificaron su negativa a aceptar una propuesta de la empresa que no garantizaba que la fábrica tuviera asegurado su futuro. La dirección de Nissan planea recortar su plantilla en 600 personas, una quinta parte del total de trabajadores contratado.
A través de un comunicado, la compañía a anunciado que “informaran a la dirección de la multinacional para que tome las decisiones que considere oportunas”, después de no conseguir llegar a una acuerdo sobre el futuro de la planta en Barcelona.
RECLAMACIONES DE LOS SINDICATOS
Tanto los sindicatos como desde la dirección de Nissan llevan semanas intentando llegar a un acuerdo pero el grupo ha defendido que las condiciones que ha planteado son “inmejorables”. La compañía quiere que las salidas se hagan a través de prejubilaciones, garantizando el 85% del salario a quienes acepten hasta los 63 años, cuando pasarían a jubilarse definitivamente.
El principal punto de enfrentamiento se sitúa en el aval de que la empresa tendrá un futuro garantizado después del recorte de plantilla que tiene previsto realizar la dirección. Los sindicatos quieren “ese punto por escrito”, lo que supondría asegurarse la asignación de un vehículo. Por contra, desde Nissan no quieren ofrecer ese punto.
BAJA PRODUCCIÓN
La empresa automovilística Nissan comunicó el pasado mes de marzo a los trabajadores una posible reducción de la plantilla en su fábrica de Barcelona. Para justificar su decisión, la compañía aseguró que esta medida forma parte de un plan de competitividad para relanzar la factoría, que pasa por un período duradero de baja producción.
La planta de la Zona Franca cerró su año fiscal hace un mes con una producción aproximada de 76.000 unidades y una previsión inferior para el próximo año, cifrada en 60.000 vehículos, mientras que la instalación tiene capacidad para producir 200.000.