Algunos restaurantes de Barcelona manejan cifras de negocio muy elevadas, más propias de una empresa industrial que de una casa de comidas. Es el caso de la conocida marisquería Botafumeiro, propiedad de José Ramón Neira Pérez, inaugurada en 1975 en la calle Gran de Gràcia.
José Ramón Neira gestiona una docena de mesones abiertos en la ciudad, una de las mayores redes propiedad de una sola persona, que en junto facturan sumas de dinero muy relevantes.
GANANCIAS Y PLANTILLA
Su negocio más conocido es el Botafumeiro, no apto para todos los bolsillos. En 2018 se mantuvo como el local de restauración que más dinero declara oficialmente a Hacienda.
Su giro se cifró en 11,5 millones de euros. Tal suma es medio millón inferior a la de 2017, que marcó el récord histórico de la firma.
De forma correlativa a la bajada de los ingresos, el beneficio también flexionó de 621.000 a 426.000 euros. El bufé da empleo a 130 personas.
BALANCE ROBUSTO
Botafumeiro ha sido históricamente una máquina bien engrasada de generar ganancias. La casa acostumbra no repartir los excedentes, sino que los resguarda en el balance. Gracias a ello ha logrado embalsar unos recursos propios de 6,2 millones.
La holgada capacidad financiera de que disfruta el establecimiento, le ha permitido el lujo de prestar 1,8 millones a largo plazo a otra sociedad del propio Neira, titulada Horizontes Estratégicos. Asimismo, ha concedido créditos a corto plazo a otras tres empresas del grupo, por importe de 1,4 millones.
José Ramón Neira, Moncho para los amigos, es un conspicuo representante del “clan de los gallegos” afincado en Cataluña. Con tal sobrenombre se conoce a emigrantes galaicos que arribaron a Barcelona en épocas pretéritas y lograron abrirse camino en el mundo de la empresa.
EL CLAN DE LOS GALLEGOS
A dicho clan pertenecen, además, los hoteleros José Antonio Castro Sousa, de Hesperia, y Amancio López Seijas, de Hotusa; el químico-farmacéutico José Luis Díaz-Varela, de Indukern; y Julio Fernández, de la productora cinematográfica Filmax.
José Ramón Neira mantiene estrechas relaciones con el político Antoni Fernández Teixidó, que fue consejero de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat. Desde mediados de los años setenta Fernández Teixidó ha militado sucesivamente en la Liga Comunista, Centro Democrático y Social, Convergència y Lliures.
Teixidó, poseedor de un gabinete de asesoramiento fiscal, ha colaborado estrechamente con Neira en asuntos tributarios. De hecho, le ayudó cuando éste, a partir del histórico Butafumeiro, decidió extender sus tentáculos y abrir más restaurantes en Barcelona, hasta completar la docena de negocios que tiene hoy Grupo Moncho’s.