Echa el cierre un establecimiento más del Passeig de Gràcia. El restaurante Samoa, situado en la esquina con la calle Rosselló, bajó la persiana el miércoles pasado tras 57 años de historia. El negocio fue una iniciativa que arrancó con el empresario Conceso González, que ya contaba con experiencia en el sector de la restauración.
LOCAL DE PROPIEDAD
El restaurante Samoa estaba ubicado en el número 101 del Passeig de Gràcia, junt a la tienda de Lladró del eje barcelonés. El local cuenta con una superficie de 530 metros cuadrados, de los que unos 240 están situados en la planta baja.
Al empezar el comercio, la familia alquiló el local, pero tiempo después se hizo con el establecimiento ubicado en la milla de oro de la ciudad condal, y todavía mantiene su propiedad.
INESTABILIDAD POLÍTICA
La hija del fundador, Laura González, ha asegurado que el negocio ha cerrado por la caída del poder adquisitivo del turista que visita la capital catalana y también por la “inestabilidad política” que ha bajado el tíquet medio del público barcelonés.
Según explica en El Periódico, la también gerente del local, la hostelería de Barcelona vive un momento de grandes cambios con “muchísima rotación de personal, lo que no ayuda a fidelizar al cliente”.
El director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, ha querido transmitir su apoyo a la familia del restaurante y ha cargado contra el consistorio de la ciudad señalando que son "lamentables las consecuencias de la política municipal del Ayuntamiento de Barcelona".
LOCALES "EMBLEMÁTICOS"
Hace poco menos de un mes, otro comercio emblemático de la ciudad decidió bajar la persiana tras 200 años de vida. La camisería Xancó, que abrió en 1820, echó el cierre el último día del 2019. Detrás del cierre de la tienda hay un importante incremento del alquiler y una caída de las ventas, que podría rondar el 40%.
La camisería Xancó fue el primer comercio centenario de la ciudad en ser reconocido como "emblemático" por el Ayuntamiento. Una placa colocada junto a la tienda, en la entrada así lo recuerda. Fue en 1993. Todo el interior del establecimiento es una joya patrimonial.