Flash Flash desembarca en la Diagonal. El mítico restaurante barcelonés fundado por Leopoldo Pomés y Alfonso Milá abrirá un nuevo local en la ciudad. En concreto, se situará en el número 640 de la Diagonal, en frente de l'Illa. El espacio colindará con el exitoso restaurante Negro Rojo, propiedad del grupo Tragaluz, así como con el centro de negocios Alta Diagonal.

Local situado en el número 640 de la Diagonal, donde se ubicará el nuevo restaurante / MA



Consultados por este medio, fuentes cercanas al proyecto culinario han detallado que detrás del mismo se encuentran la familia Pomés y Milá y otras dos familias importantes de Barcelona. Uno de los responsables del nuevo restaurante será Javier Hoyos, actual apoderado del Flash Flash y director general del mismo grupo desde 1990 --que engloba a la tortillería y al italiano Il Giardinetto--.

PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA SERRA MORENO

Además de Hoyos, participan en el proyecto Teresa Romeu Milà, los hijos del fallecido Pomés --Iván y Leopoldo Pomés Leiz-- y otros miembros de la familia Milá. Asimismo, fuentes cercanas aseguran que también participa la family office Salomon 1965, de la adinerada familia Serra Moreno. 

¿Qué tipo de restaurante será? "Todavía no lo podemos explicar. Estamos acabando de perfilar los últimos detalles y está todo muy avanzado", han explicado las mismas fuentes. 

LOCALIZACIÓN Y MARCA

Lo que sí se conoce es el local que ha adquirido esta family office de la burguesía barcelonesa, gran conocedora de las nuevas tendencias de la ciudad. Se encuentra en una zona revitalizada en los últimos años, gracias al empuje de restaurantes como el Negro Rojo. La localización y la marca Flash Flash son dos de los factores que hacen ser optimistas a los impulsores del proyecto. Resta por ver hasta qué punto el diseño y las formas de hacer del restaurante que fundaron Pomés y Milà influirán en el nuevo negocio. 

Cabe recordar que el nombre del Flash Flash está íntimamente ligado a la burguesía barcelonesa y, anteriormente, a la Gauche Divine. El restaurante se convirtió en un punto de encuentro de este movimiento, formado por intelectuales y artistas de izquierdas, y que tuvo un fuerte arraigo en la ciudad en la década de los 60 y 70. 

Con el tiempo, Flash Flash se ha consolidado como un lugar emblemático, frecuentado por la alta sociedad y clientes seducidos por sus tortillas y hamburguesas. Sin cambiar un ápice el concepto culinario que un día lo encumbró, se basa en una cocina sencilla pero selecta y esmerada en su elaboración. 

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