La compañía barcelonesa Housfy, dedicada al sector inmobiliario, facturó 5 millones en 2019, tres veces más que en 2018, cuando ingresó 1,5 millones. El exponencial crecimiento de esta plataforma tecnológica, que basa su negocio en cobrar una comisión fija a cambio de la venta de una vivienda, también tendrá una traslación en su volumen de plantilla. La empresa, que cuenta en la actualidad con 130 trabajadores, prevé doblar la plantilla este año. 

Housfy, que busca hacer la competencia a las agencias inmobiliarias tradicionales, cerró 2019 con más de 2.000 inmuebles vendidos en España y prevé superar las 3.000 operaciones este año, ha informado en un comunicado.

ENTRADA EN NUEVOS MERCADOS

Esta empresa emergente ha precisado también que, tras cerrar en 2019 una ronda de financiación por 6 millones de euros, prevé cerrar otra ronda en 2020 para "entrar en nuevos países e invertir en publicidad", y se espera que esta nueva inyección de capital sea de un importe superior a la del año pasado.

En 2019 Housfy penetró en los mercados portugués e italiano, y este año prevé expandirse a Francia y entrar también en Latinoamérica.

PÉRDIDAS

Housfy cobra 3.990 euros fijos a cada cliente si logra vender un piso, y se encarga de anunciar el inmueble y de gestionar los trámites de la venta.

La compañía, no obstante, todavía está en pérdidas, como sucede con muchas startups, pero prevé tener beneficio bruto de explotación en España a finales de 2020 o principios de 2021.

El consejero delegado de Housfy, Albert Bosch, ha destacado que el 25% de los nuevos clientes de Housfy vienen recomendados por anteriores clientes de la plataforma. 

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