Fira de Barcelona ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por las "actuales restricciones a la actividad ferial" por el coronavirus, y trabaja con el objetivo de retomar su actividad en otoño con medidas de prevención.

En un comunicado este jueves, ha dicho que la medida se ha acordado con el comité de empresa y que contempla una reducción de jornada y salarios, con una vigencia hasta el 31 de diciembre, algo que será "variable en función de la reactivación de la celebración de eventos".

TODOS AFECTADOS

La medida afecta a toda la plantilla de Fira (unas 400 personas) y se trata de un ERTE flexible que contempla una reducción media de tiempo de trabajo que podría alcanzar el 55%, aunque prevé que la reducción ronde el 40%.

El ERTE forma parte de un "plan de contingencia" que tiene por objetivo mantener la capacidad de reanudar la actividad ferial tan pronto como sea factible, y preservar al mismo tiempo el empleo, la solvencia y el negocio de la institución, ha asegurado.

NUEVOS FORMATOS

Trabaja en posibles "nuevos formatos" que puedan combinar una parte presencial con una virtual, así como en la reorganización de su calendario para concentrarlo en el último cuatrimestre del año y en la creación de un protocolo para aplicar las máximas medidas de seguridad.

Así, estudia replanificar los eventos que preveía celebrar el último cuatrimestre de 2020, sumándolos a otros salones ya previstos para esas fechas. Además, quiere organizar del 24 al 31 de mayo la plataforma digital Fira Campus Virtual, que reunirá las ofertas de los salones Ensenyament y Futura, previstos para marzo.

Fira asegura que hubiese tenido "unos resultados excepcionales" este año de no ser por los efectos de la crisis sanitaria, en línea con la facturación de ejercicios anteriores, que el año pasado superaron los 219 millones de euros de ingresos, ha destacado.

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