Las peluquerías y los salones de belleza abrirán este lunes, 4 de mayo, con avalancha de peticiones de citas, realizadas de forma previa, uso obligatorio de mascarillas, toallas desechables, sin revistas ni prensa y con una distancia de seguridad entre personas de dos metros, aunque algunas no garantizan su apertura para extremar la preparación de sus espacios.

A estas medidas se suman otras como el lavado frecuente de manos, el uso de guantes cuando proceda o la introducción de abrigos, bolsos y pertenencias personales de los clientes en bolsas herméticas individuales que se entregarán a la salida.

PRIMERA FASE DE LA DESESCALADA

El sector de las peluquerías se incorpora a la primera fase de la desescalada de la actividad comercial con los protocolos higiénico-sanitarios que obligatoriamente por ley debe de aplicar en sus establecimientos.

Salones como Llongueras, Jean Louis David, Franck Provost y The Barber Company, del grupo Provalliance abrirán sus puertas con el fin de asegurar la protección de sus empleados y de sus clientes, han preparado un protocolo higiénico-sanitario "muy exhaustivo y totalmente fiable”.

EXTREMAR LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

El material de protección desechable individual se ubicará en contenedores específicos y se eliminarán los dispensadores de agua en sustitución por botellas de agua individuales o vasos de un solo uso. Se sustituirán toallas habituales por toallas desechables y en el cobro del servicio se fomentará el uso de medios electrónicos.

La guía apunta además a que las zonas de juego infantil deben quedar clausuradas, mientras que el número de clientes debe guiarse por el tamaño del salón y las condiciones del local. Si no se puede mantener la distancia mínima, se debe reducir el número de personas atendidas al mismo tiempo.

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