Nueve de cada 10 particulares considera muy caros o algo caros los precios de la vivienda inmediatamente anteriores a la pandemia del coronavirus, según datos de Fotocasa Research tras 5.000 encuestas durante la segunda quincena de febrero.
Según el portal inmobiliario, antes de la crisis el 17% de españoles pretendía comprar vivienda en los próximos cinco años; y ahora, 3 de cada 4 buscadores de casa que ha intentado comprar una vivienda en los doce meses anteriores al Covid-19 no han conseguido cerrar una operación.
58% CONSIDERA LA COMPRAVENTA DE LA VIVIENDA "MUY CARA"
Estos son los que, si su situación se lo permite, volverían inmediatamente al mercado inmobiliario, por lo que el portal ha estudiado en concreto su percepción de los precios, que es superior a la registrada en el conjunto de la sociedad.
De hecho, el 58% de ellos considera la vivienda en compraventa muy cara, una cifra muy similar a la que se producía en el año anterior pero doce puntos más alta que la de 2018 (46%); para un 34% es algo cara y para un 6% los precios de la vivienda no eran ni caros ni baratos.
Vista aérea del Arc de Triomf de Barcelona con las viviendas de fondo
Vista panorámica de Barcelona con el Arc de Triomf en el centro
CASA EN PROPIEDAD
Estos aspirantes a compradores tiene, sin embargo, clara su apuesta residencial a largo plazo: el 92% se veían viviendo en una casa en propiedad dentro de cinco años, así que "no haber conseguido hasta el momento cerrar la operación no les desanima a continuar buscando".
ALQUILER
Sobre el mercado del alquiler, en el último año también ha incrementado la percepción de que los precios eran muy caros entre aquellos que buscaron sin éxito una vivienda: para 8 de cada 10 el precio era muy caro y otro 16% lo veía algo caro.
Además, antes de la pandemia, 3 de cada 4 integrantes de este grupo preveían que seguirían subiendo los precios del alquiler, un porcentaje alto aunque inferior al de 2019.
En el lado de los arrendadores que en los 12 meses anteriores a la pandemia habían intentado alquilar sin conseguirlo, la percepción sobre los precios del mercado de arrendamiento era muy distinta: el 41% pensaba que eran muy altos y un 10% los veía algo o muy baratos.