Ya es oficial. Nissan se va de Barcelona. Y lo hará en diciembre. Este jueves por la mañana, la empresa lo ha comunicado oficialmente a los trabajadores y a los sindicatos por videoconferencia. Metrópoli Abierta ya avanzó este miércoles por la noche que la salida de la marca japonesa de Cataluña no tenía vuelta atrás.

La clausura de las plantas de la Zona Franca, Montcada i Reixach y Sant Andreu de la Barcelona dejará en el paro a más de 3.000 personas. Otros 20.000 trabajadores también se verán claramente afectados. Se trata de profesionales, proveedores en su mayor parte, que dependen de Nissan. Trabajadores y sindicatos tienen previsto iniciar protestas contra el cierre.

COMUNICADO A REYES MAROTO

A primera hora de este jueves, la consellera de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacon, aseguraba que el Govern todavía no tenía la confirmación oficial de la marcha de Nissan, pero no era optimista. En un intento desesperado de hacer cambiar de opinión a Nissan, Chacón ha dicho en TV3 que la Generalitat no se dará por vencida y que intentará por todos los medios que la marca se quede en Cataluña.

La decisión ha sido comunicada por el consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, a la ministra de Industria, Reyes Maroto. En un comunicado, el ministerio se ha opuesto a la clausura de la fábrica barcelonesa y ha expresado que Nissan podría continuar en Barcelona si se aplica el plan de viabilidad elaborado por el Gobierno español y la Generalitat.

La paralización de las plantas de Cataluña le puede salir muy cara a Nissan. Los costes pueden superar los 1.000 millones de euros entre indemnizaciones a empleados y a proveedores, según los datos que maneja el Ministerio de Industria.

La clausura de la planta de Barcelona la llevará a cabo Frank Torres, que fue director general de la filial en España, en lugar del actual delegado de Nissan Ibérica España, Genís Carrasco.

BAJO RITMO DE PRODUCCIÓN

El cierre de Nissan no ha sorprendido a nadie. El año pasado, la empresa ya puso en marcha un ERE que afectó a 600 trabajadores, que se prejubilaron, por la caída de la producción.

La factoría barcelonesa puede fabricar cada año más de 200.000 vehículos, pero la fábrica operaba al 25%, con una salida anual de unos 55.000 coches. El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, advirtió hace unos meses que con esos ritmos de producción las plantas catalanas no eran viables.

Con su marcha, Nissan cierra 40 años de estancia en Cataluña. La marca nipona fue la primera en instalarse en Europa tras comprar Motor Ibérica. A finales de 2008, la firma ya tuvo que despedir a 1.600 empleados.  

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