Prénatal tornará a rubricar el presente año con abultados números rojos. Son la consecuencia directísima del coronavirus, que obligó a cerrar las tiendas durante tres meses. El cese vino acompañado de un ERTE para los 190 empleados.
Tras el levantamiento de las restricciones del Gobierno, los establecimientos de Prénatal volvieron a abrir. Pero los daños inferidos son cuantiosos.
TERCER TRIMESTRE NEFASTO
El periodo estival ha arrojado unas ventas desastrosas, al compás del marasmo generalizado que sufre todo el sector comercial. En consecuencia, las pérdidas han seguido a la orden del día.
Prénatal tiene su sede en Barcelona. Las máximas funciones ejecutivas recaen en un triunvirato formado por Amadeo Giustini, Marco Colombo y Michele Lerici.
DECLIVE PERSISTENTE
El 100% del capital pertenece al consorcio italiano Artsana, dueño de la marca Prenatal en todo el mundo. Su filial ibérica, antaño sumamente rentable, languidece en un inacabable deterioro. La dirección anuncia desde hace años la vuelta a la normalidad, pero los resultados siguen anclados en una senda deficitaria que parece no tener fin.
La situación de la compañía dista de ser plácida. De hecho, el estado mayor reconoce que los beneficios no se esperan a corto plazo. Artsana ha manifestado de forma reiterada su apoyo a la filial española, plasmado en una carta a los auditores.
INYECCIONES FINANCIERAS
En ella garantiza su amparo financiero. También se compromete a cubrir hasta el último céntimo los déficits que registre la compañía. "El objetivo es que Prénatal pueda cumplir los compromisos y las obligaciones de pago contraídas" –asevera la casa matriz–.
Artsana aporta cada año fondos destinados a mantener a flote su subsidiaria. El año pasado el auxilio se cifró en 4,1 millones, frente a los 3,5 millones de 2018. Tal suma se contabiliza por la condonación a Prénatal de créditos que su accionista le tenía concedidos.
AJUSTE DE LA RED
La cadena Prénatal consta ahora de 25 locales, media docena de franquicias y 20 corners en El Corte Inglés. En 2019 cerró tres tiendas propias no rentables y puso en servicio otras tantas, por lo que por vez primera en varios lustros la cadena comercial no experimentó mengua.
La tabla anexa muestra la evolución de Prénatal.
Año | Ventas | Pérdidas |
2019 | 19 | -4,2 |
2018 | 19,8 | -3,8 |
2017 | 23,5 | -3,2 |
2016 | 24 | -5,6 |
2015 | 32 | -7,3 |
2014 | 31 | -6,4 |
2013 | 32 | -6 |
2012 | 60 | -24 |
2011 | 84 | -19 |
2010 | 82 | -14 |
2009 | 87 | -19 |
2008 | 91 | -9 |
Las cuentas del ejercicio 2019, el inmediatamente anterior a la explosión del Covid, siguieron teñidas de intenso color rojo. Las magnitudes de explotación fueron negativas en casi 5 millones, con una facturación de 19 millones. El dato más demoledor es el déficit antes de impuestos, que pasa de 3,8 a 4,2 millones.
DIVIDENDOS
El grupo transalpino Artsana, dueño de la marca Prénatal, arribó al mercado español en 1962. Durante muchos años se benefició de las altas tasas de natalidad que registraba el país. La empresa se transformó en una máquina de generar ganancias, que año tras año expatriaba a Italia el grupo Artsana, de Grandate, en la región norteña de Lombardía.
El advenimiento del nuevo milenio supuso para la Prénatal española un drástico cambio. Los opíparos excedentes se trocaron en un una retahíla sinfín de quebrantos.
En los últimos quince años, Prénatal ha echado el candado a más de 80 tiendas y ha licenciado a 550 empleados. En el mismo periodo su cifra de negocio se ha desplomado un 86%. Las pérdidas acumuladas desde entonces rebasan los 120 millones.