La Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (APARTUR) informó la semana pasada de que un 62% de los pisos turísticos de la ciudad habían salido del mercado y se habían convertido en alquiler residencial. Esto supone que, a día de hoy, 5.900 viviendas de uso turístico en Barcelona han dejado de prestar dicho servicio desde el inicio de la pandemia del coronavirus y se han convertido en alquiler residencial.
Desde mayo, la cifra de alojamientos que han salido del circuito turístico ha crecido un 21,4%, pasando del 40,6% –unas 3.900 viviendas–, hasta el 62% que hay actualmente.
TURISTAS ATRAPADOS Y PERSONAL SANITARIO
El director general de Durlet Apartments, Ventura Durall, asegura a Metrópoli Abierta que desde que el Gobierno decretó el estado de alarma, en la compañía se vieron obligados a cerrar los 32 pisos que tienen repartidos por Barcelona. El agravante es que varias viviendas quedaron ocupadas por turistas que estaban alojados y no podían regresar a su país.
Durante los tres meses de reclusión, Durall indica que la treintena de residencias quedaron ocupadas por los viajeros y también por miembros del personal sanitario que no eran de Barcelona y necesitaban hospedarse cerca de un hospital.
"PRECIOS DE NOVIEMBRE EN AGOSTO"
Tras el decreto, el confinamiento y las fases, Durlet Apartments pudo volver a ofertar los pisos tras un trimestre sin prácticamente generar ingresos. Fue dos días antes de San Juan, el 21 de junio, cuando los apartamentos volvieron a recibir inquilinos, pero a un precio muy inferior al habitual durante la temporada de verano y con un público más familiar y “casero” que el de años anteriores.
Ventura Durall asegura a este medio que las ocupaciones durante los meses de verano han rondado el 70%, pero que el precio ha sido un 70% o incluso un 80% inferior. “Pusimos anuncios con los precios de noviembre y tuvimos un poco de suerte”, afirma el director de Durlet Apartments, “pero, ¿qué haremos en un par de meses? Más ya no los podemos bajar”, añade.
60 EUROS LA NOCHE
Durall explica que los 32 pisos los tienen repartidos en dos edificios ubicados en El Poblenou y que uno está a primera línea de mar. “Gracias a esto hemos podido atraer a un público más familiar, parejas con niños y demás”. El problema, señala el directivo, es que “los precios durante un mes de agosto habitual en Barcelona podían rondar los 250 euros la noche y ahora los ofrecemos a 60-80 euros”.
30% EN RÉGIMEN DE ALQUILER
Para intentar salvar la temporada, desde Durlet Apartments han puesto en régimen de alquiler –más de 32 días– algunas viviendas para que estudiantes y médicos y ejecutivos que vienen a la ciudad para algunos meses puedan residir en la ciudad condal. “Esto nos ha ayudado un poco a paliar la delicada situación”, afirma Durall, que argumenta que los precios rondan los 900-1.100 euros al mes y que a día de hoy tienen un 30% de las viviendas arrendadas por esta vía.
De cara al invierno “no son optimistas” porque aseguran que la demanda ha bajado mucho pero esperan tener ocupaciones decentes que permitan algunos ingresos. “Tenemos que pagar hipotecas, sueldos, gestiones y tenemos gente en ERTE que vamos desafectando cuando tenemos un poco de trabajo”. Al mismo tiempo, Durall recuerda que el perfil de cliente ahora es nacional y del sur de Francia y que las reservas se hacen con mucha menos antelación.
OKUPACIÓN EN BARCELONA
Sobre la okupación en Barcelona, desde el organismo han tenido “mucho miedo” porque durante tres meses varias viviendas han quedado vacías y se han visto obligados a tomar medidas para no quedar desamparados. “Las viviendas que estaban llenas eran por los turistas que no podían salir del país o por los médicos que vinieron de manera gratuita durante la pandemia, pero el resto de alojamientos estaban totalmente vacíos, sin cámaras ni seguridad”.
Ahora en Durlet Apartments han decidido tomar cartas en el asunto y añadir un plus de seguridad en los dos bloques que tienen con vigilancia permanente y alarmas.