La crisis desatada por la pandemia y el consecuente desplome del sector turístico han lastrado la rentabilidad de la vivienda turística en Barcelona.
Según ha reconocido el consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, en los últimos seis meses se ha producido un trasvase de viviendas que estaban orientadas al alquiler turístico hacia el residencial por el Covid-19, las restricciones de movilidad y la caída de los turistas.
MODELO RESIDENCIAL
Por todo ello, para poder sacarle más rentabilidad a un alojamiento turístico, es necesario alcanzar un mínimo de ocupación todos los meses que resulta complicado en la situación actual.
De hecho, las rentabilidades del alquiler turístico solo se equiparan o igualan al residencial en lugares con una gran concentración turística, lo que provoca que los propietarios se inclinen por el modelo residencial.
En Barcelona las viviendas destinadas al alquiler a turistas han descendido hasta el 32 %, siendo la ocupación media desde marzo del 40 %.
RENTABILIDAD ENTRE TURÍSTICO Y RESIDENCIAL
En Barcelona, Nou Barris es el distrito donde la ocupación tiene que ser menor (del 60%) para que la rentabilidad entre el alquiler turístico y el residencial se equiparen.
Por su parte, en los distritos de Eixample, Gràcia, Horta- Guinardó, Sant Andreu, Sants-Montjuic y Sarriá-Gervasi es necesaria una ocupación del 70%, y en Ciutat Vella, Les Corts y Sant Martí, del 80 %.