Pere Aragonès, actual presidente en funciones de Cataluña, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una moratoria en el pago del IVA a los bares y restaurantes. En una carta, el mandatario catalán reclama al ejecutivo español que "esté a la altura" en el actual díficl contexto para el sector de la restauración después del cierre de los negocios este viernes para frenar la pandemia.
Aragonès también pide una moratoria para el Impuesto sobre Sociedades y las cotizaciones de la Seguridad Social. Unas medidas extraordinarias que van dirigidas a a los sectores más afectados por las medidas restrictivas.
El director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, ha explicado esta mañana que la petición de Aragonès responde a una "tensa reunión" que mantuvo con el sector. "Llevamos semanas de restricciones y ninguna decisión ha ido acompañado de otras medidas. Esto no se soluciona con moratorias. Aquí todo el mundo tiene que perder", ha asegurado sobre la "protección escandalosa" de la Generalitat con el sector inmobiliario. Pallarols ha pedido una carencia del alquiler de los locales de la restauración
'ESCENARIO ECONÓMICO DIFÍCIL'
El también conseller de Economía y Hacienda del Govern destaca en su carta que las medidas "difíciles pero del todo imprescindibles" que adopta la Generalitat por la pandemia afectan especialmente a sectores como el de bares y restaurantes y crean un escenario económico difícil, por lo que pide al ejecutivo central que "esté a la altura".
"Hemos tomado decisiones difíciles, explica Aragonès, porque tienen un impacto muy severo sobre sectores económicos de nuestro país muy importantes. Pero hemos tomado las decisiones necesarias para intentar avanzar la respuesta a una evolución de la COVID-19 que amenaza, si no la frenamos a tiempo, con provocar una situación tan complicada como la que vivimos la pasada primavera".
MEDIDAS ECONÓMICAS
Aragonès justifica el cierre de bares durante 15 días para limitar las interacciones sociales en unos espacios en los que, a pesar del gran esfuerzo de los profesionales, la ciudadanía se relaja en exceso y facilita la propagación de la pandemia. Es una medida severa a nivel económico pero al tiempo, totalmente imprescindible a nivel sanitario".
El vicepresidente señala también que se han tomado otras medidas similares, como el cierre de ludotecas, parques de atracciones, salas de juego y centros de estética, y limitado el aforo a ámbitos económicos tan diversos como el del ocio nocturno, "que lleva meses sin poder trabajar", subraya. En su próxima reunión el Govern aprobará un paquete de medidas económicas, entre ellas una línea de avales extraordinarios por medio del Institut Català de Finances (ICF) para cubrir las necesidades de tesorería a corto plazo de las empresas.
'EXIGENCIA URGENTE'
"Pero si queremos que realmente (las medidas) actúen como un auténtico plan de rescate -agrega Aragonès-, necesitamos ir acompañados de una moratoria del cobro de impuestos". "Lo que no tendría ningún sentido -continúa el vicepresidente- es que el Estado continuara cobrando impuestos con normalidad cuando muchas empresas, a consecuencias de las medidas para frenar la COVID-19, no pueden operar con normalidad".
Asegura el consejero de Economía y Hacienda que la suya "es una exigencia urgente", que si dependiera de la Generalitat, "ya" se habría tomado, y que se suma, recuerda, "a la necesidad no atendida de ayudar económicamente a los padres y madres que no pueden trabajar porque deben atender a menores en cuarentena preventiva".