El Gremi de Restauració calcula que más de la mitad de los bares y restaurantes de Barcelona podrían cerrar en un período de seis y nueve meses. Así lo ha advertido este sábado su director, Roger Pallarols, quien ha mostrado su preocupación por la "desertización" empresarial provocada por la medida de la Generalitat de cerrar los bares para frenar la pandemia.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Pallarols ha explicado que el 15% de los locales de restauración ya han bajado su persiana a causa del duro golpe económico que suponen las medidas restrictivas. Esta situación, avisa, dificultará la futura reactivación económica con un tejido empresarial muy débil e incapaz de llevarlo a cabo.

EFECTIVIDAD DEL CIERRE

Los bares y restaurantes afrontan desde este viernes otro varapalo para sus comercios después de la orden decretada por el Govern. Centenares de representantes del gremio se manifestaban ayer delante de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. La protesta subió de tono sobre las tres de la tarde cuando una multitud cortó el tráfico en la Gran Vía y el paseo de Gràcia.

El sector de la restauración pone en duda la efectividad del cierre de bares para frenar la pandemia. "Desgraciadamente hemos visto que después de las restricciones los contagios han subido. Quizá el problema se encuentra en otro ámbito", ha lanzado Pallarols.

ALQUILER DE LOCALES

El representante del gremi ha pedido que los negocios puedan dejar de pagar el alquiler de sus locales. "Evidentemente, si no nos dejan trabajar deberíamos tener una carencia del alquiler", ha señalado. Pallarols cree que el servicio a domicilio no sustituye el cierre de los locales y ha valorado el servicio como uno de los "conceptos esenciales" de la restauración. "El delivery es residual en el día a día", ha ilustrado.

 

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